jueves, agosto 31, 2006

S.O.S. PAPILLA DE FRUTAS
La papilla de cereales de esta mañana empezó con normalidad. Quedé sorprendida de lo rápido que comió hasta la mitad del plato. Pero eso fue todo lo que comió. Y es que con las papillas no hay manera.
Llevamos como tres semanas con la papilla de frutas y no hay manera de que se la acabe, incluso que llegue a la mitad del plato.
Al principio le daba yo la papilla de frutas, pero me relacionaba con la teta y no comía mucho. Después cambiamos de táctica, y le daba la papilla J. y parecía que comía un poco más. Ahora J. ha vuelto al trabajo y lleva mi madre viniendo tres días a hacerme un par de horillas de canguro y a darle la papilla, pues conmigo no comía nada. Pero lo de hoy ha sido una odisea. Ha cogido una rabieta descomunal y he tenido que intervenir yo pues mi madre no paraba (pobrecilla) de hacerle y decirle las mil y una para que comiera y no había manera. Además lo ha puesto todo perdido, total para no comer nada. Ya no sé que hacer ya iba siendo hora de que se fuera adaptando a la papilla de frutas. Lo hemos probado todo, desde poner una cucharada de leche para matar la acidez de la naranja hasta poner una cucharada de cereales, para que cambiase un poco la textura.
Tengo todas mis esperanzas puestas en la papilla de verduras; dicen que normalmente la aceptan mejor. Y el caso, es que cuando comemos la tenemos con nosotros y se le van los ojos a la comida (tiene los ojos en la punta de los dedos), tenemos que andarnos con cuidado porque si no lo intenta coger todo.
En fin, todo un tema. El martes que viene tenemos la entrevista personal con la guardería y a ver que le digo yo a las educadoras... bueno, no me preocupa me consta que hay niños peores que la mia (y mejores también) en cuanto a comer nos referimos. El hijo de la farmaceutica tardó un mes y medio en introducirles los cereales y yo solo tardé dos dias (en biberón porque en papilla me está costando un poquillo más, no me voy a hacer la chula ahora).
Tengo ganas que se coma la papilla de frutas de un tirón, me va ha hacer la mujer más feliz del mundo (aunque ya me hizo con el simple hecho de venir a este mundo).
Conciliando vida laboral y familiar
Árdua tarea esta de conciliar vida laboral y vida familiar. ¡Qué duro es ser madre! ¿Quién me lo iba a decir?
En otros tiempos fui adicta al trabajo y ahora soy adicta a mi hija. Aunque mal lo tengo, pues los autónomos ya se sabe... llevo cuatro meses de baja de maternidad y uno de vacaciones (bueno de baja por una tendinitis del copón). El viernes iré a pedir el alta voluntaria, ya que Sara, mi empleada se marcha de la empresa (ha aprovado las oposiciones para ser Mossa de Escuadra y más adelante csi).
No sé que voy a hacer. La empresa: mucho trabajo, poco dinero. Esto es muy duro y ahora con la peque más.
Se me plantean varias opciones, seguir sola y a ver que pasa, traspasarla (es una opción poco viable, ya que es un negocio dificil de traspasar), o cerrar (mi orgullo no me lo permite). En conclusión: seguiré sola y hasta donde llegue. No me puedo permitir el lujo de pagar a otra empleada de momento.
Es un tema que me agobia profundamente, y probablemente gracias a este blog me pueda desahogar. Y ahora que tengo seguidoras, más. Me ha hecho mucha, mucha ilusión haber recibido 3 comentarios, gracias chicas. Esta noche estoy tan hecha polvo que no iba ni a escribir, y al ver los tres comentarios me he animado.
El lunes volvemos de nuevo al trabajo y el trauma se hace muy cuesta arriba, Sara viene el lunes y el viernes ya plega, se esfuma, se va... y yo me quedo sola ante el peligro y ante el mal trago de dejar a mi niña con mi cuñada por la mañana y con mi madre por la tarde, y dentro de nada empieza la guardería y no sé que va a ser peor.
Antes de tener a Júlia yo era de las que el trabajo era lo primero y de las que decía que si tenía una hija, seguramente me la criaría mi madre y que iba directa a la guardería, pero después de tenerla, las cosas cambian sustancialmente.
Me duele en el alma tener que llevarla a la guardería, aunque sé que es lo mejor para ella (o no), no tendrá ni los seis meses y ala, a que se las vea con el mundo, sin su mami ni su papi al lado. Qué triste.
Mientras me mentalizo de que la guardería es lo mejor para ella, la empresa se encuentra en un punto... (siempre en el mismo punto, maldita sea: entra una persona, la enseñas, un año y se va, entra otra, la enseñas, un año y se va) Y así llevamos cuatro años y medio y ya me estoy empezando a hartar, aunque sé que es ley de vida, y que cuando yo trabajaba por cuenta ajena también me iba de los sitios y sé que jodía, porque a mi también me jode que se vayan. Unos que no encuentran trabajo y otros que no encuentran trabajadores. ¡Qué mal repartido está el mundo!
Esta noche estoy melancólica, o triste, o jodida o no sé siquiera si estoy.
La peque hoy ha tenido un día rarillo. No ha tenido siquiera fiebre por la vacuna, pero es una niña que no lloraba nunca, aunque me parece que ha descubierto que si llora le hacemos más caso y está empezando a probarnos. ¡Qué mona! Además ya se puede denotar en ella el perfeccionismo (¿lo habrá herdedado de mí?), cuando no puede hacer lo que ella quiere, como ella quiere coge unos cabreos de padre señor mío. Se ha tirado toda la mañana lloriqueando cuando se le caía el mordedor de los monitos, o cuando no podía comerse la libélula de su móvil musical, o cuando tampoco podía mordisquear la ranita portachupetes del carrito, o cuando se daba la vuelta en el moisés y se le quedaba el brazo enganchado y no podía sacarlo. ¡Vaya mañana me ha dado! Hasta que nos hemos ido dando un paseo al Caprabo a comprar agua destilada. Pero la niña no se ha dormido con el traqueteo del cochecito, seguía cabreada porque no se podía comer el caracol ni la mariquita; y cuando hemos llegado a casa le he dado un bibe de leche materna y seguía sin dormirse. Hice dos ensaladas para comer: y seguía sin dormirse. Ya eran las 13:40. Al final, la cogí en brazos nos fuimos al sofá, me la puse encima y por fin, gracias a Diós (o no sé a quién), se durmió. Unos instantes encima y la dejé en el moisés, para poder acabar de hacer la comida.
Durmió treinta y cinco minutos, menos da una piedra, ya que normalmente duerme menos.
Mañana le vamos a dar por primera vez en su vida papilla de cereales por la mañana, a ver que tal le sienta. Es adicta a la teta, la cuchara no le va nada. Por la noche teníamos que darle también papilla de cereales, pero he optado por darle los cereales en biberón, en contra de lo que me dijo la pediatra.
Las papillas por la noche eran un calvario. No comía lo que debía de comer y se ponía muy nerviosa y como a la tarde está con la papilla de fruta y no come mucho, no me gusta la idea de dejarla sin comer también por la noche. Por lo menos que se tome su biberón a gusto. Se queda planchada. Con las papillas de cereales, sin embargo, tardaba horas en dormirse.
Me voy a dormir que mañana me espera una gran odisea, puede que salgamos nadando entre leche y cereales.

miércoles, agosto 30, 2006

Vacunas
Hoy hemos ido al médico para que le pusieran la vacuna a la nena:Ella se porta divinamente. De echo, lo paso yo peor que ella;ella solo llora cuando nota como le entra el líquido y con un besito y un mimito, ya está, se acabó el llorar. Es una campeona de las de verdad.
No sé que había en la vacuna, pero hasta las cuatro de la tarde no se ha dormido y lo ha hecho hasta las seis. Dos horas de retraso para tomarse la papilla de frutas que no hay manera de que coma con cuchara;y el caso es que cuando estamos en la mesa y la tenemos sentada en las faldas se le van los ojos a la comida, bien porque le encanta o bien porque está descubriendo el mundo. Le encanta probarlo todo, incluso las tundras (árbol tipo ciprés).
Estas vacaciones se tomó un pincho de tundra y se puso azul marino, casi se ahoga menos mal que reaccionamos a tiempo y estaba mi cuñada, que de niños entiende un rato.
Creo que me voy a dormir y mañana será otro día. Aunque no tengo nada de sueño.

lunes, agosto 28, 2006

Cinco meses
Hoy la peque ha cumplido cinco meses. Miro hacia atrás y parece que fue ayer cuando por fin entrábamos por la puerta de casa después de una semana, de estar ingresadas las dos. Todo fue genial, trabajando hasta la última hora, y un parto de dos horas cuarenta y cinco minutos y un punto.¿Se puede pedir más para ser primeriza? Yo creo que no. Ella era muy pequeña, cuarenta y tres centrímetros y dos kilos trescientos, que se quedó en dos quilos ochenta gramos. Y este era el motivo por el cual tuvo que quedarse ingresada. Por suerte no hubo incubadora. Era preciosa. Bueno eso dicen todos los padres, pero seguro que más de uno pensó que era horrible. Siempre pasa, cuando vas a ver un bebé que no es el tuyo, siempre dices que es muy bonito, pero en cuanto sales por la puerta te quema la lengua para decir que era horrible. Si alguien lo pensó, me da igual. Y si alguien lo dijo, también me da igual. Para mí, era la cosa más bonita del mundo.
Ahora ya pesa seis kilos, trescientos setenta gramos y mide sesenta y dos centrímetros y medio y está hecha una campeona.
Es una niña muy buena que no llora por la noche nunca, (de momento). De echo, no llora nunca, eso sí es una gritona, ahora le ha dado por gritar. Mi vecina Ana, dice que es una época que pasan y que pronto se le pasará. Pero solo grita de día y cuando no se puede dormir, y tiene un sueño que se muere.
A lo que iba, el por qué del título de mi blog, aunque suene a redundancia, es porque en esta etapa de mi vida, tengo que empezar a empezar muchas cosas; empezar a ser madre, empezar a educar, empezar a dejarla a dormir en su habitación, empezar la guardería, empezar a trabajar después de la baja de maternidad y de las vacaciones. A nivel laboral vuelta a empezar. Este asunto es el que me trae de cabeza. No por volver a trabajar, si no que como soy autónoma y tengo una empresa que va como quiere después de cuatro años y pico, tengo muchos cabos sueltos, todavía, que atar.
Mi sino: el personal. Entra uno, lo enseñas, aprende, pasa un año, se va... y así sucesivamente. Y la verdad es que me estoy empezando a hartar. Y ahora con la peque más. No sé por donde voy a empezar, pero tengo que empezar a hacer algo ya con este tema que me quema. Y lo jodido de todo es que soy feliz con lo que hago, me encanta. Pero no sé si me resulta rentable, ya no a nivel económico (que tengo más trampas que una peli de indios), sinó a nivel personal y familiar. Creo que las fustraciones que pueda uno tener, le quedan compensadas con las compensaciones que te da un hij@. No sé. En fin, ya veremos que hago.
Desde hoy empieza mi andadura en estos menesteres de los blogs. Quiero que este sea mi rinconcito, donde poder compartir con quien quiera mi paso por la red.
Un saludo a todos y nos vemos muy pronto de nuevo en mi blog.
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