Pues ya he vuelto de vacaciones. No tengo queja alguna de las vacaciones que hemos tenido este verano. Han sido...digamos que cuanto menos relajantes y geniales. Me ha faltado tiempo para poder poner mi cabeza en orden, pero allí se empezó a gestar en mi cabeza todo aquello que quiero de aquí a final de año. Y lo que quiero de aquí a final de año es orden. Orden en mi casa para que pueda haber orden en mi vida. Es esencial.
He venido con una lista de objetivos bastante grande pero que no me voy a agobiar para ir cumpliéndola y lo mejor de todo es que me dejé allí la pereza.
El fin de semana estuve limpiando y tirando un montón de cosas del lavadero (dos bolsas de basura enormes) y puse los percheros para las mochilas de la piscina de las peques. Jordi me dice que si estoy con el síndrome del nido. Me he obsesionado un poquito con la limpieza y el orden y sobre todo con el tirar cosas, que a veces parece que tenga el síndrome de diógenes, venga a acumular y a acumular cosas por el "por si acaso" (sobre todo materiales para manualidades) y el por si acaso al final va a acabar conmigo. Así es que como estoy tan harta ya de ver la casa, aunque limpia, desordenada y llena de trastos allí por donde vas, lo mejor es poner remedio. Y lo peor es que reivindico orden a las niñas y soy la primera en no tenerla y ¿cómo me van a tener en cuenta y van a tener en cuenta el orden?
Así que estas vacaciones, que quería sobre todo centrarme y que me ha sido imposible porque he pasado gran parte de ellas intentando desconectar y con mucha ansiedad por el estrés tan enorme que he pasado en lo que llevamos de año, me han dado la clave para poder empezar la casa por los cimientos.
"Si ordeno mi casa, ordeno mi vida". Tengo una casa y lo que quiero es un hogar. Quiero darle un aire nuevo, pero sobre todo agudizando el ingenio y haciéndome yo las cosas con los máximos recursos y el mínimo dinero, ya que, todavía arrastramos el cierre de la empresa de Jordi...
Pero un destello de luz veo al final del túnel y espero que para febrero del 2013 que acabamos con un crédito de la empresa que cerré, empecemos a ver resultados económicos... uf, esto es una de las partes que también me estresan y me desgastan mucho. Pero me consuela pensar que todo y que cuando vemos las desgracias de los demás en televisión o en la vida real, parece que viva en una burbuja gracias a la ayuda y al soporte de muchos. Mi vida está rodeada de Ángeles. Ángeles de carne y hueso. Que gracias a ellos hemos pasado lo más gordo del cierre de la empresa (17 años trabajando y tener que salir sin cobrar las tres últimas nóminas, ni finiquito y mucho menos, ni indemnización) y aunque doy las gracias porque es lo mejor que le ha podido pasar, te hace ir fatal. Pero somos fuertes y tenemos muchos Ángeles.
Y gracias a unos Ángeles estuvimos de vacaciones en un lugar maravilloso, rodeados de gente maravillosa.
Y el balance de mi vida desde que empezó este año es que no tengo palabras suficientes para agradecer a todos estos Ángeles lo que han hecho por mi y mi familia. Millones de gracias a todos y todas.
Pero sigo con mi lista de objetivos y espero poder poner fotos del antes y el después, del lavadero ya no puede ser porque no caí en la cuenta de hacerle una foto al antes, pero intentaré hacerlo con el resto.
Ahora estoy con el trastero. Tengo que quemar un montón de papeles de la empresa que tenía y dejar tan sólo los últimos cinco años y el trastero es un lugar que quiero organizar para poder entrar y salir sin que tenga que apartar mil bultos o que se me caigan cajas encima...
Pero una de las cosas que más pena y alegría a la vez me ha dado, es que por fin, hemos sacado la bañera cambiador del baño. ¡Qué grande es mi baño ahora! Seis años con el trasto ahí...
Así es que Jordi le dijo a las nenas:
- Nenes, despediu-vos del canviador que sortirà per la porta i ja no tornarà més... ( y cantaba y cantaba "aleluia")
Y las niñas le hicieron el último cambio de pañal a sus bebés en el cambiador y se despidieron de el. Hoy lo llevaré a la deixalleria, para vaciar el maletero de mi coche y por fin cerrar otra etapa más.
Mi cabeza no para de visualizar como quiero cada rincón de mi casa, cada armario y cada estancia... y Berta que dice que quiere la habitación rosa, porque "elles són unes princeses..." ya veremos si la pinto rosa! Antes tengo otras prioridades!
Después del trastero va mi mesa de escritorio, mi espacio, que ordeno y al día siguiente está hecha unos zorros porque cuando alguien no sabe donde va una cosa... a mi mesa y ya empiezo a estar cansadita!
Así que con paciencia e imaginación iré haciendo...
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