Un encargo muy especial: Pastel de Campanilla

El pasado 23 de Octubre fue el cumpleaños de Cèlia, la mejor amiga de Júlia y su mami me llamó el domingo por la tarde y me hizo un encargo; me dijo que si podía hacerle un pastel. De campanilla, si podía ser.

Para mi era un reto muy grande, después del pastel de los pingüinos de Berta, hacer uno de Campanilla eran  palabras mayores.

Me hizo una ilusión tremenda que me hicieran este encargo, porque para mi este pastel ha sido lo que ha marcado un antes y un después. Un después de cosas muy buenas que están llegando a mi vida; un encargo detrás de otro de cupcakes, pasteles, galletas... mi horno está funcionando cada día sin parar...

Y además disfruté tanto haciéndolo y gustó tanto que eso a una, le sube la autoestima un montón y la sensación de subidón porque a la gente le gusta tu trabajo no se como describirla.

Y me puse manos a la obra, hice dos brownies de chocolate negro rellenos de mermelada de fresa líquida:

Después hice muchas hojas, muchas flores, mariposas e hice una presentación para ver cómo colocarlas en el pastel...

Después hice un butter cream de chocolate blanco... mucho chocolate blanco y cubrí todo el pastel...

Una vez cubierto el brownie, teñi una parte del buttercream con colorante en pasta lila y verde y añadí más buttercream a la tarta...

Luego hice unos pétalos enormes con el cortador de galletas en forma de corazón.

Y coloqué todas las hojas, mariposas y flores encima del pastel. Y luego puse la Campanilla, que era una figurita de plástico, porque con el tiempo tan justo que tuve para hacer el pastel no me atreví a modelarla, por cuestión de los tiempos, pero es una cosa que tengo pendiente, modelar la Campanilla, con la pasta de azúcar...

No sé si es el pastel más bonito y fino que he hecho y todos los que he creado están hechos con el ingrediente mágico: el amor; pero este, en especial, está hecho con amor infinito, pensando conscientemente en Cèlia, en cada hoja, cada mariposa, cada flor y en sí en todo el pastel e imaginándome su cara de sorpresa al verlo.

El toque final fueron unas velas espagueti que compré que hizo de este pastel un buen acabado, junto con un topper de la campanilla donde ponía su nombre.

No se ve muy bien, pero es la única foto que tengo del pastel acabado, a ver si sus papis leen esto y me mandan una por correo electrónico.

Espero que os haya gustado aunque muchos ya lo habéis visto en facebook.