Semana intensa. Muy intensa. Tanto que se me ha pasado volando, volando. Acabamos el mes de Mayo, sin darnos cuenta nos hemos metido en el mes de Junio y dentro de nada se acaba el curso, empiezan los casales y llegan las vacaciones.
Llevo toda la semana con un estrés sin medida. Duermo poco. El correo electrónico me lleva de cabeza. Reuniones, visitas, compromisos sociales, organización de eventos, diseño de pósters, flyers...un no parar contínuo.
El lunes colgamos en la guardería el póster para reclutar a gente para el espectáculo de final de curso de la guardería de Berta e hice entrega de los flyers 10 x 21 cm de refuerzo del póster para adjuntar en las agendas de todos los niños (a ver si reclutamos algunos papas y mamas que se animen a colaborar con la causa).
Martes reunión de curso en la guardería de Berta. Estuvo muy interesante. Han arrancado un nuevo proyecto de danza y las maestras quisieron hacernos vivir lo que hacen los niños. Estuvo muy bonito. Extendieron en el suelo una tela azul, vaporosa, grande. Pusieron la musiquita y tuvimos que seguirles el juego: pasar por debajo, mientras el resto la levantábamos y la agitábamos, la bajábamos de nuevo al suelo y la movíamos provocando olas, girábamos, subíamos y volvíamos a bajar... toda una experiencia. Claro, esto extrapolado a bebés de 19 meses es toda una experiencia.
¡Qué difícil ser niño! Meritxell siempre lo dice. Y tiene razón. Tienen que aprender muchísimas cosas en muy poco espacio de tiempo; andar, correr, comer, hablar, dejar de hacérselo todo en los pañales... en definitiva: descubrir y explorar el mundo.
Más tarde nos pusieron la presentación con las fotografías de las actividades que han ido haciendo durante el curso. Sin palabras. Siempre es lo mismo, tendrían que ponernos unas cuantas palanganas para recogernos las babas. ¡Qué guapos! Son tan redonditos...
Miércoles: dejar coche en mecánico para que me lo acaben de arreglar. El autobús me destrozó el lateral y el taller no me lo arregló del todo bien, no cambiaron la maneta de abrir mi puerta que estaba rota.
Berta se comió su primer Chupa Chups. ¡Cómo disfrutó! Y es que fuimos a comprar el pan y Júlia me pidió uno. Y cuando lo compré, miré a Berta y en contra de mis principios (demasiado pequeña para comer chuches), pensé, ¡qué leches, un día es un día! Y le compré otro.
Berta se comió su primer Chupa Chups. ¡Cómo disfrutó! Y es que fuimos a comprar el pan y Júlia me pidió uno. Y cuando lo compré, miré a Berta y en contra de mis principios (demasiado pequeña para comer chuches), pensé, ¡qué leches, un día es un día! Y le compré otro.
Jueves, hoy toca depilación en Quiros. Después de mover varias veces la hora, por culpa de esta agenda con ancas de rana que tengo, me voy a depilar pensando que tengo hora a las 18:00 h pero cuando salgo de casa, no sé porqué me da por mirar la agenda y de repente veo un 17:30 h Quiros, que hace que me pegue un subidón por todo el cuerpo que no puedo con el. Otra vez tarde. ¿Por qué? ¿Por qué? y ¿Por qué?
Total que llamo a mi prima y me dice que la que va después mío, se ha adelantado y le digo que se ponga con ella y yo, ya llegaré.
Mi otra prima me dice que cuando acabe me espere a que acabe el facial que está haciendo para hacerme el láser, estoy en pleno tratamiento de depilación láser (facial). Me espero.
Mientras tanto, llamo a l'Escola Municipal de Música Victòria dels Àngels; en breve, será conservatorio. Hoy a las 19:45 h han realizado el sorteo para poder acceder. Hemos preinscrito a Júlia a 1º de Sensibilización. 99 niños preinscritos. 36 plazas. Nuestro número el 235. El número del sorteo 138 ¡Y NOS HA TOCADO! Júlia ha sido admitida en l'Escola Municipal de Música. Me hacía tremenda ilusión. Además han entrado amiguitos de la clase y de curso y ex compañeros de la guardería.
Sabía que nos tocaría. Soy una tía con suerte, mucha suerte y de la buena; y Júlia tiene una estrellita en el culete. Consigue siempre lo que quiere, aunque no dependa de ella, ni de mi. ¡Qué siga la suerte!
Salgo del Quiros muy tarde. Casi a las nueve. Jordi desquiciado con las nenas que han estado toda la tarde con mi madre y las iaias ya se sabe, su misión es malcriarlas que para algo es la abuela. No me importa, pero siempre que viene se ponen aceleralísimas. Llamé a Jordi en dos ocasiones y lo oía de fondo me estaba poniendo frenética. ¡Pobre Jordi! Vaya marrón y por mi culpa. Siempre soy yo la que se va por ahí y el siempre apechugando...
Total que cuando me confirmaron que entraba en l'Escola de Música se me olvidó todo. No obstante en mi subconsciente gravado está. Seguro que me acuerdo cuando no me hace falta esta información y cuando me hace falta no aparece ni detrás de la más remota neurona. Llego pero al minuto llega el contable, que tiene que sacarme el listado de de la cuenta explotación para la realización de la renta .
Me pongo a diseñar otro póster, para la sesión de cine (proyección de la famosa obra de teatro de Sant Jordi, que se hace en abierto al resto de los padres). Me voy a dormir a las 2:45 de la madrugada, muerta de cansancio y de sueño.
Me pongo a diseñar otro póster, para la sesión de cine (proyección de la famosa obra de teatro de Sant Jordi, que se hace en abierto al resto de los padres). Me voy a dormir a las 2:45 de la madrugada, muerta de cansancio y de sueño.
Viernes. Oh, por fin es viernes y los viernes toca gospel en Barcelona. La semana pasada no pude ir así es que este, no me lo pierdo.
Horrible este viernes. ¡Qué estrés!
Llevo a Júlia al cole. Me voy corriendo a la gestoría, he quedado con el gestor para que me realice la declaración de la renta. Me devuelven 123 €, toda una fortuna; por lo menos no tengo que pagar. Me voy a Barcelona. Tengo una visita muy interesante. Camino al despacho, llamo a Laura, mi ex compañera de trabajo. Su hijo Víctor se ha quedado a puertas de entrar en l'Escola de Música, de las 36 plazas él era el que hacía 37, pero seguro que alguien se echa para atrás y le toca. Llego al despacho a las 12:15 h, tengo que picar un presupuesto y salir disparada con el jefe a un cliente en Rubí, a llevar un presupuesto enoorme, el cliente es el de la cadena de juguetes que repite. Yo sin desayunar. Me muero de hambre. Vamos al cliente con el temerario de mi jefe. Yo iba de copiloto y casi le hago un agujero en el coche de ir frenando. Y el me iba diciendo "tu ves frenando que el que tiene el pedal soy yo". ¡Qué miedo! Iba cagada. Se pegaba mucho al coche de delante, se ponía a adelantar pero rebasaba al coche muy cerca y parecía que íbamos a chocarnos... cuando salimos del cliente, nos fuimos a un proveedor a buscar unos trabajos. Ya eran las 14 h y yo seguía sin desayunar. En el viaje de vuelta, entre que estaba muerta de hambre y exhausta por el calor, además de parecer un pulpo (no sabía donde cogerme ya en el coche) me abandoné y cerré los ojos. Mi jefe me dice: "mira, tu duérmete y relájate que ya estamos en Molins". Llegamos al despacho. Las 15:00 h. Sigo sin desayunar. En la empresa no hay ni una miga de pan (que siempre hay pan de los bocatas del desayuno). Me hago un café y consigo que me suba un poco la glucosa y me recupero un poco.
Me pongo a vectorizar el logo de Los Increíbles, para la Olimpiada del Gerbert (el cole de la Júlia), imprimo los pósters de la sesión de cine e imprimo unos transfers para hacer las camisetas de nuestro equipo: Jordi, Júlia, Xavi y yo. Y otro para Berta, que viene de apoyo. Somos 5 como los Increíbles.
Total que salgo de la empresa a las 16:15 h. Llego a casa a las 16:35 h, sin comer. Jordi a media mañana vino a casa porque se encontraba mal. Está hecho unos zorros. Tiene fiebre y un atroz dolor de cabeza.
Como algo rápido como los pavos y me voy con la lengua fuera a buscar a Berta a la guardería.
Después me voy al cole de la Júlia a enganchar los pósters y a entregar la hoja de la preinscripción de natación y del comedor para el año que viene.
Después de enganchar los pósters, nos vamos Berta y yo al parque a hacer tiempo mientras viene Julieta de natación. Me encuentro unas mamas del cole y nos sentamos en la zona de arena, mientras Berta juega con las palas yo descanso un ratito. Cuando me voy a ir, me dice Antonia que vaya sola y que se queda con Berta. ¡Qué alivio! 10 minutos de relax en todo el día. No estoy acostumbrada. Llega Júlia y vamos al parque. Se quiere columpiar y jugar un rato. Nos quedamos 15 minutos más. Tengo prisa. Tengo gospel y tengo que bañarlas.
Llego a casa y Jordi está fatal, fatal. Llamo a Agustí: "No puedo ir hoy tampoco. Mi marido está enfermo". Otro viernes más sin gospel.
Sábado. Caos. Estrés. Incertidumbre. Jordi esta peor. Muy temprano, a esa hora en que las calles no están ni abiertas, me dice que se va al médico. Esta con unas febradas impresionantes.
Las nenas se han levantado hace rato. Berta no hace más que hacer viajes de la habitación de jugar hasta la nuestra. Me trae el Mr. Potato, para que le quite la nariz y ella se la pone y me lo vuelve a dar para que se la vuelva a poner... Júlia envolviendo juguetes en folios y me los trae, son regalos para mi. Me los da: "és per tu, però no ho obris ara, eh mama!" "No carinyo. Aneu una estoneta a l'habitació de jugar, si us plau". Se van y vienen con otro juguete y pidiendo otra cosa.
Al final me levanto. Le pongo la leche a Júlia y el bibi a Berta. Jordi sigue K.O. Yo tengo que ir a Molins a recoger una pancarta para las Olimpidadas del Gerbert. Me interrumpen cien mil veces y tardo una eternidad en hacer las cosas. Nos vamos a comprar las tres. Volvemos. Hago un gazpacho. Les doy la comida, las pongo a dormir y ya son las 15:00 h. Me voy a Molins a buscar la lona. Estoy agotada y tengo mucho calor. Y hambre, pero si me entretengo a comer, ya no me puedo ir ya que se levantan ellas. Vuelvo. Como y cuando acabo de comer se levanta Júlia. Ya no puedo descansar ni un segundo. No hay tregua. Júlia dice que ya no "pot dormir més" y que se estira en el sofá. Bueno, pues yo me estiro también. Necesito echar una cabezadita, aunque sean veinte minutos.
Vienen a buscar a casa la lona y le comento al papa encargado de la comisión de deportes que ha organizado las olimpiadas que Jordi está K.O. y que nos falta uno. Me dice que no importa que en estos casos yo puedo repetir prueba. ¡Menudo domingo me espera! Pero llamo a la mama de Xavi y le explico que Jordi está malo y le digo que participe conmigo. De momento la he convencido. Ya veremos mañana.
Cuando vamos a salir al centro comercial viene mi madre. Y me viene de perlas, porque me la llevo. Llegamos tardísimo. Baños, cena, y a dormir. Son las 23:40 h y ahora me siento a cenar. Estoy muerta, no he desconectado ni un minuto en todo el día.
Voy a dormir pronto, pero miro la hora y ya son la 1:20 h. Así no se puede ir por la vida. Me voy a dormir, que mañana me voy de Mini Olimpiada.
Horrible este viernes. ¡Qué estrés!
Llevo a Júlia al cole. Me voy corriendo a la gestoría, he quedado con el gestor para que me realice la declaración de la renta. Me devuelven 123 €, toda una fortuna; por lo menos no tengo que pagar. Me voy a Barcelona. Tengo una visita muy interesante. Camino al despacho, llamo a Laura, mi ex compañera de trabajo. Su hijo Víctor se ha quedado a puertas de entrar en l'Escola de Música, de las 36 plazas él era el que hacía 37, pero seguro que alguien se echa para atrás y le toca. Llego al despacho a las 12:15 h, tengo que picar un presupuesto y salir disparada con el jefe a un cliente en Rubí, a llevar un presupuesto enoorme, el cliente es el de la cadena de juguetes que repite. Yo sin desayunar. Me muero de hambre. Vamos al cliente con el temerario de mi jefe. Yo iba de copiloto y casi le hago un agujero en el coche de ir frenando. Y el me iba diciendo "tu ves frenando que el que tiene el pedal soy yo". ¡Qué miedo! Iba cagada. Se pegaba mucho al coche de delante, se ponía a adelantar pero rebasaba al coche muy cerca y parecía que íbamos a chocarnos... cuando salimos del cliente, nos fuimos a un proveedor a buscar unos trabajos. Ya eran las 14 h y yo seguía sin desayunar. En el viaje de vuelta, entre que estaba muerta de hambre y exhausta por el calor, además de parecer un pulpo (no sabía donde cogerme ya en el coche) me abandoné y cerré los ojos. Mi jefe me dice: "mira, tu duérmete y relájate que ya estamos en Molins". Llegamos al despacho. Las 15:00 h. Sigo sin desayunar. En la empresa no hay ni una miga de pan (que siempre hay pan de los bocatas del desayuno). Me hago un café y consigo que me suba un poco la glucosa y me recupero un poco.
Me pongo a vectorizar el logo de Los Increíbles, para la Olimpiada del Gerbert (el cole de la Júlia), imprimo los pósters de la sesión de cine e imprimo unos transfers para hacer las camisetas de nuestro equipo: Jordi, Júlia, Xavi y yo. Y otro para Berta, que viene de apoyo. Somos 5 como los Increíbles.
Total que salgo de la empresa a las 16:15 h. Llego a casa a las 16:35 h, sin comer. Jordi a media mañana vino a casa porque se encontraba mal. Está hecho unos zorros. Tiene fiebre y un atroz dolor de cabeza.
Como algo rápido como los pavos y me voy con la lengua fuera a buscar a Berta a la guardería.
Después me voy al cole de la Júlia a enganchar los pósters y a entregar la hoja de la preinscripción de natación y del comedor para el año que viene.
Después de enganchar los pósters, nos vamos Berta y yo al parque a hacer tiempo mientras viene Julieta de natación. Me encuentro unas mamas del cole y nos sentamos en la zona de arena, mientras Berta juega con las palas yo descanso un ratito. Cuando me voy a ir, me dice Antonia que vaya sola y que se queda con Berta. ¡Qué alivio! 10 minutos de relax en todo el día. No estoy acostumbrada. Llega Júlia y vamos al parque. Se quiere columpiar y jugar un rato. Nos quedamos 15 minutos más. Tengo prisa. Tengo gospel y tengo que bañarlas.
Llego a casa y Jordi está fatal, fatal. Llamo a Agustí: "No puedo ir hoy tampoco. Mi marido está enfermo". Otro viernes más sin gospel.
Sábado. Caos. Estrés. Incertidumbre. Jordi esta peor. Muy temprano, a esa hora en que las calles no están ni abiertas, me dice que se va al médico. Esta con unas febradas impresionantes.
Las nenas se han levantado hace rato. Berta no hace más que hacer viajes de la habitación de jugar hasta la nuestra. Me trae el Mr. Potato, para que le quite la nariz y ella se la pone y me lo vuelve a dar para que se la vuelva a poner... Júlia envolviendo juguetes en folios y me los trae, son regalos para mi. Me los da: "és per tu, però no ho obris ara, eh mama!" "No carinyo. Aneu una estoneta a l'habitació de jugar, si us plau". Se van y vienen con otro juguete y pidiendo otra cosa.
Al final me levanto. Le pongo la leche a Júlia y el bibi a Berta. Jordi sigue K.O. Yo tengo que ir a Molins a recoger una pancarta para las Olimpidadas del Gerbert. Me interrumpen cien mil veces y tardo una eternidad en hacer las cosas. Nos vamos a comprar las tres. Volvemos. Hago un gazpacho. Les doy la comida, las pongo a dormir y ya son las 15:00 h. Me voy a Molins a buscar la lona. Estoy agotada y tengo mucho calor. Y hambre, pero si me entretengo a comer, ya no me puedo ir ya que se levantan ellas. Vuelvo. Como y cuando acabo de comer se levanta Júlia. Ya no puedo descansar ni un segundo. No hay tregua. Júlia dice que ya no "pot dormir més" y que se estira en el sofá. Bueno, pues yo me estiro también. Necesito echar una cabezadita, aunque sean veinte minutos.
Vienen a buscar a casa la lona y le comento al papa encargado de la comisión de deportes que ha organizado las olimpiadas que Jordi está K.O. y que nos falta uno. Me dice que no importa que en estos casos yo puedo repetir prueba. ¡Menudo domingo me espera! Pero llamo a la mama de Xavi y le explico que Jordi está malo y le digo que participe conmigo. De momento la he convencido. Ya veremos mañana.
Cuando vamos a salir al centro comercial viene mi madre. Y me viene de perlas, porque me la llevo. Llegamos tardísimo. Baños, cena, y a dormir. Son las 23:40 h y ahora me siento a cenar. Estoy muerta, no he desconectado ni un minuto en todo el día.
Voy a dormir pronto, pero miro la hora y ya son la 1:20 h. Así no se puede ir por la vida. Me voy a dormir, que mañana me voy de Mini Olimpiada.
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