¡Vaya semanita!
Por fin es viernes y la verdad es que esta semana no he tenido ni pizca de tiempo para dedicarle a mi blog, pero hoy ya es viernes y si hoy alguien me hubiera dicho como iba a ser mi dia no hubiera apostado ni un céntimo.
Lunes
Después del agotador fin de semana con dos conciertos el sábado y el domingo bricolagero, empecé el lunes con unas agujetas impresionantes en los glúteos de subir y bajar escaleras, que me duraron hasta el miércoles más o menos.
Martes
Después de un largo duro de trabajo fui a recoger a las peques y teníamos reunión en el cole de Júlia, para hacer la Leyenda de Sant Jordi en el teatro del cole. Sí, algunos padres habíamos decidido hacer teatro. Yo en mis tiempos mozos, dediqué 15 años de mi vida al teatro y la verdad es que tenía monillo. La última vez que hice teatro, fue embarazada de Júlia, con una compañía profesional, un musical que se hace en St. Cugat cada año y yo formaba parte del elenco del coro y actuaba. Cobré por ello. Y desde entonces nada. Tenía el gusanillo. La reunión fue en la biblioteca del cole, y os podéis imaginar con Berta en su paraiso. Su faena era ir sacando libros de las estanterías y unas jaulas llenas de revistas y como no había estanterías...
Miércoles
Salimos del cole y estuvimos en el parque, jugando con la arena y los cubos y las palas. Júlia se sube a la estructura de cuerdas, cuerda en las rodillas, se pone cabeza para abajo, manos en el suelo (forma de hacer el pino) y ya se suelta las manos y cae hacia atrás como si hicera la vertical...¡es que ya tiene cuatro años!
Por la noche ensayo de Gospel y se ha apuntado una mama del cole y me consta que disfrutó mucho.
Jueves
Resulta que hoy ha venido mi prima de Jaen a pasar cuatro días. Hacía 24 años que no venía. Ella nació aquí, se crió aquí pero con dieciséis años se fueron. Yo hacía tres que no la veía, desde hace tres veranos que fuimos a Jaen al cortijo que mi tía Francisca se ha comprado allí.
Me fui al Quiros al tema de la depilación láser y cuando llegué a mi casa: ¡sorpresa! Estaban en mi casa. Eran las ocho de la tarde, tenía que bañar a las nenas, cenar e irme a ensayar la obra de teatro para el viernes, habíamos quedado a las 21 horas. Y a las 21:15 h llegué. Tarde como siempre, pero es que tuve que bajar al trastero a recoger unos disfraces y pelucas para el attrezzo. ¡Cómo nos reimos en el ensayo!
Viernes
Esta mañana he llevado la peluca que me iba a poner en la obra de teatro al trabajo y se la ha puesto mi compi Loli y luego el jefe. Loli me ha dicho que la ponga en el facebook y el jefe ha amenzado con matarnos a las dos si la colgábamos en internet. Así que el que esté interesado en ver la foto de mi jefe con la peluca de trenzas que me lo diga y se la enseño. Vaya a ser que nos despida, a mi por hacer la foto y a Loli por incitarme, ja, ja...
¡Qué nervios! Como salrá la obra. En una de las escenas no podía parar de reirme. Imagináos: Entra el Sant Jordi a salvar a la princesa. Entra el papa con pelo largo hasta los hombros, lisos, con su traje plateado de Sant Jordi, su casco en la cabeza como si fuera de armadura, un escudo probablemente de su hijo, pintado a mano (con pintura de dedos seguranmente) y la espada también de madera que debía pertenecer al nene.
Espectacular entrada al galope de un caballo cuerpo de palo, cabeza de peluche, melena al viento y cuando tiene que subir al escenario tropieza con las escaleras y casi se escalabra. Luego ha dicho que lo ha hecho a propósito (claro, yo no sé que creer, a veces hacer el ridículo es divertido.) Me ha entrado tal ataque de risa (ya encima del escenario y con público) que menos mal que en esa escena yo estaba en la parte de atrás del escenario y delante tenía a una copañera con un sobrero de paja y he podido ocultarme detrás de ella para reírme como hacía tiempo que no me reía.
La obra de teatro ha tenido mucho éxito, después estuvimos bailando con los peques que se lo habían pasado genial, exceptuando uno que se asustó de tal manera cuando salió el dragón rompió a llorar desconsoladamente. Alma sensible.
Fui a recoger a Berta y nos fuimos a dar un paseo por el Monasterio donde se encontraban todas las paraditas de libros, rosas.
Compré el libro de Crepúsculo para Jordi, la Bella Dorment para Júlia, un cuento de un perrillo para Berta y uno que es muy chulo para el baño, es un cuento, con forma de pato pero se convierte en titella. Hay que ver que cosas hacen hoy en día.
Cuando subía al cole a buscar a Júlia que venía de piscina estaba molida, molida. No tengía ganas de bajar a Barcelona a Gospel porque me dolía todo; los pies no parecían míos y el resto del cuerpo tampoco me acompañaba. Así es que llamé a mi prima de Jaen al móvil para ver por donde paraban y si querían venir a cenar a mi casa. Vinieron. Pero eso no fue lo más bueno. Cuando llegaron, sonó el teléfono y eran mis primos de Ripollet que no veía parece ser desde el entierro de mi padre el 20 de marzo de 2005, porque mi prima de Jaen les dijo que iba a ir, pero no tuvieron tiempo, total que no fueron. Me pasó el teléfono porque no se ponían de acuerdo si iban a ir o no y como iban a quedar, total que les invité también a cenar ¡y vinieron! Vi a mi prima Jessica, que está impresionantemente guapa y mi primo Santi tres cuartos de lo mismo. Es el vivo retrato de mi tio, que en Gloria esté. También vino mi tía Loli y la novia de mi primo, monísima y muy simpática, por cierto.
Así es que, como comentaba al principio, si alguien me dice que iba ha acabar el viernes así, no daba ni un céntimo, pero me encantó, porque después se unió a la fiesta, mi otra prima Roser i Sebas, mi tete del alma.
Fue una cena de reencuentros, de anécdotas de cuando éramos pequeños, de risas y lágrimas de emoción... tuvimos una infancia muy unida, todos. Gracias a nuestros padres y madres que siempre hicieron lo posible porque todos los primos subieramos muy unidos. Y eso me hace pensar, que en el tiempo en que vivimos, siempre corriendo no tenemos tiempo para cultivar tanto la familia como se hacía antes.
Me alegra y me emociona que se me alinearan los astros de tal manera para que la noche del viernes fuera, si más no, mágica.
Gracias Universo.
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