Llegó el domingo, día en que marchábamos para Águilas. Jordi se dedicó a mirarse los mapas para ver que ruta coger. Se los miraba y los remiraba y sólo veía que si cogíamos la carretera buena hasta llegar a Águilas había que dar una vuelta de tres pares de narices y dijo que si cogíamos una carretera secundaria era mucho más corto porque se iba recto.
En el mapa de la izquierda está la vuelta que se supone que dábamos si íbamos por buena carretera y el de la izquierda iba más directo:
Me dice:
J - Mira ves, si cogemos la segunda opción solo hay un poquito de carretera chunga de curvas hasta Cortijos Nuevos (un pueblo que no está muy lejos) y luego ya la carretera parece que está mejor y no damos tanta vuelta. Además dicen que hay unas vistas impresionantes del Tranco (Pantano del Tranco) desde Hornos (un pueblo)
No muy convencida acabo accediendo porque no me gusta mucho la carretera de curvas, pero en fin...
Emprendemos el viaje. Se trata de una carretera de montaña, estrecha, dos sentidos y curvas, muchas curvas. Empezamos a subir por la sierra, una S y otra S y una doble S. Las niñas van mirando el paisaje por la ventana y jugando con la iaia Lola.
Hasta llegar a Hornos, ha sido el viaje larguito y pesadito porque me estresa mucho conducir en este tipo de carreteras, pero bueno, hemos llegado a Hornos y ahora viene la carretera buena. Ahora, cuando se acabe esta curva ya está. En esta no, quizá en la siguiente. O en el siguiente pueblo. Y la carretera buena no llega. Al contrario, empeora. Se hace más estrecha aún, sigue siendo de dos carriles y unos precipicios que no quiero ni mirarlos porque me mareo, ah, y sin valla de protección para darle más emoción al tema.
Y la maldita carretera buena que no llega. Vemos vacas. Caballos. Toros. Ovejas, pero no vemos ni una maldita recta. En un momento dado, cuando ya no se puede subir más en la montaña y la vegetación aquí ya es diferente (estamos hablando de alta montaña) nos damos cuenta de que la buena carretera no va a llegar nunca. Que ha sido una cagada. El navegador por supuesto iba loco perdido, creo que cogió una depresión. Que girara a la derecha. Y como para girar a la derecha estábamos. Si le hubiese hecho caso no estaría en estos momentos escribiendo esto, nos habríamos caído por un precipicio. Nos habíamos metido de lleno en Las Alpujarras (Granada). No había escapatoria. Esto, cuando eres más joven y no vas con dos niñas y la abuela aún apetece hacerlo, porque te lo tomas de otra manera, pero soportar el impresionante calor (el aire acondicionado del coche ya no daba más de sí) se puede hacer. Pero de la manera que íbamos impensable. Pero lo hicimos.
Teníamos un hambre que no nos aguantábamos. Ellos picotearon tortitas de maíz pero yo ni eso. Pasó mucho tiempo hasta que por fin llegamos a la civilización y ahora teníamos que buscar un restaurante para comer. Ya eran casi las 15:45 h...
Yo tenía un cabreo monumental y un hambre atroz, sin contar las ganas que tenía de fumarme un cigarrito. Viaje horrible. Las vistas sí. Cojonudas.
Vista del Pantano del Tranco desde Hornos.
Llegamos a Águilas sobre las 19:00 horas y cuando llegamos al apartamento nos quedamos alucinados. Eso sí que eran vistas. Salimos al balcón y nos invadió el olor a mar y la Isla del Fraile majestuosa en medio del mar... y a disfrutar de la playa. Las niñas claro, por la mañana les habíamos dicho que íbamos a la playa y no llegábamos nunca, preguntando cada cinco minutos cuando llegábamos a la playa y si no íbamos nos montaban la de Cristo. Así es que después de descargar todos los bultos del coche fuimos a la playa sí o sí y ya casi oscurecía cuando llegamos a mojarnos los pies y como veis, las nenas super contentas...
To be continued...
3 comentarios:
Que digo que el mapa de ruta desde Beas a Aguilas no está bien, la ruta es más recta... por lo demás hubiera estado bien, haber parado a saludar a los habitantes del Valero entre limones y tener una charlita con Cris... pero bueno, todo no puede ser, hacer una ruta corta y tener contenta a la conductora es difícil...
Este comentario de arriba lo he hecho yo!! Jordi!!
Me parece que voy a agregar a este en mis destinos, estoy realizando un viaje muy largo y realmente necesito cosas como estas donde pueda encontrar alguna paz, igualmente primero haré un viaje por Sudamérica y ya tengo reservados unos Hoteles en Isla Margarita que me dijeron que de lo mas lindo que hay.
Saludos Rocio.
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