EMPEZANDO A EMPEZAR

Motivación a tope

Esta mañana me he levantado contenta. A las nueve y media de la mañana iba a una ponencia muy interesante: Cómo vender+?

Era en el Rubí Desenvolupament. La ponente: Mónica Mendoza Castillo. Una crack. Me ha encantado, para más información http://www.monicamendoza.com/.

Habla con un leguaje claro, conciso, llano y con mucho sentido del humor. Voy a hacer una prueba. Nos ha dado unas pinceladas para no cagarla en una venta. Nos ha dado alguna clave sobre que sí o que no hacer. Nos ha dado ideas, sobre todo en los tiempos que corren: contra la crisis: reinventarse. Yo lo voy a aplicar. Voy a aplicar conscientemente la ley de la atracción que desde hace un año y medio estoy estudiando. Bien, de echo, ya la utilizo y me va estupendamente la verdad. Entre ayer y hoy he pasado dos presupuestos los más grandes que he pasado en mi vida. Entre los dos 95.675,88 €, casi 100.000 €. Si esta operación me cae... yo se de algunos que se van a poner muy contentos.

Cada vez estoy atrayendo más y más cosas buenas, más clientes, más oportunidades, atraigo gente a mi vida que aparecen por causalidad (no casualidad). Pienso en algo y automáticamente alguien o algo aparece en mi vida, algo que tiene que ver con eso que yo estoy pensando o creando con mi mente.

Este es un tema profundo. Mi jefe no hace más que decirme: "Me estás empezando a dar miedo". No sé si es por las causalidades de las cuales él alucina pepinillos (no da crédito a muchas de ellas, no se explica como consigo siempre lo que quiero) o por si caen los presupuestos que estoy haciendo. Me haría feliz que me los aceptaran, porque ellos han apostado por mi y sería una gran alegría para mi poder agradecérselo así). En estos tiempos que corren, nosotros no nos quejamos, tenemos un montón de faena.

He picado a muchas empresas, empresas grandes y muy grandes, multinacionales. Todos, absolutamente todos me han recibido. Con todos los clientes potenciales visitados mucho feeling. Mi jefe me llama la comercial de los besos. Y es que todos, hombres o mujeres siempre me dan dos besos o al entrar y salir o al salir de la visita. Él no se lo explica. Me dice que a él no le había pasado nunca. Yo tampoco sé si es muy normal. Pero no me desagrada. Me gusta el contacto con la gente y si eso significa que los voy a hacer como clientes... que más da un par de besos más que menos, si lo que yo quiero es vender.

Para que os deis cuenta de las causalidades os voy a explicar una anécdota que me ha pasado. A finales de la semana pasada y principios de esta, he empezado a buscar empresas que organizan eventos y franquicias para ir a visitarles.

Salimos de la ponencia y nos han preparado un catering en la planta superior del edificio. Bien. Como la organizadora ha tardado un poquito en subir, ya que no conocía a nadie, me he servido un café y me he arrimado a la mesa donde había unos croasancitos y unas enseimadas de chocolate (con masa de croasant) buenísimas (nada favorables para mi dieta antigluten, pero bueno, hoy me he permitido esa licencia). A los dos minutos se ha puesto una chica a mi lado y nos hemos puesto a hablar. Hemos comentado la ponente, la ponencia, el espacio donde se ha realizado: la verdad es que estaba a petar, es una chica que mueve masas... total que nos hemos presentado, ¿qué cómo te llamas tú?, ¿y tu?, ¿a qué te dedicas? y aquí es donde las manifestaciones se hacen visibles. ¡Tiene una empresa de organizar eventos!.

¡Ostras que casualidad! Y entonces le explico a lo que me dedico yo, y como salgo motivada de la ponencia que acabo de escuchar, le empiezo a vender la moto (mi moto), pero la cosa no ha acabado ahí, hemos conectado tanto, que nos hemos quedando hablando por lo menos una hora y porque he cortado que me tenía que ir a trabajar, pero ya me ha dicho que tenemos que ir a tomar un café. Por descontado que quedaremos para tomar un café. ¡Un contacto así es buenísimo! (Marketing relacional).

Y ahora es donde voy a hacer la prueba. Voy a llamar a Mónica para venderle mi moto. No me tengo que demostrar nada, ya es por pura diversión y morbo. A ver a dónde soy capaz de llegar aplicando unos truquillos que ella misma nos ha dado.

Por la tarde con las nenas, después del cole hemos ido al parque y cuando cruzábamos la calle, Berta a señalado al parque y ha exclamado - "Paarc"!!! - ya sabe una palabra nueva. Julieta y yo nos hemos reído mucho.

J - Mira mama, es diu parc i pa-arc. Es diu de les dues maneres!

M J - I tant carinyo. Molt bé Berta, ja dius més paraules!

Voy al parque por ellas, pero la verdad es que yo odio el parque, por lo menos de momento que tengo que andar con cien ojos. Me he cabreado como una mona. Llevamos los juguetes de la tierra y los dejas en el suelo y en un momento... desaparecen. Los cogen sin pedir permiso y se los llevan, todos los juguetes escampados por todo el parque. Yo no sé quién esta peor educados si los niños o los padres que pasan de todo. Mis hijas, si van al parque y se encuentran juguetes de arena, primero preguntan si pueden jugar y segundo no se mueven de donde están los jugutes.

Resultado: hemos perdido una tortuga y una mano del Imaginarium. Mientras miraba por los alrededores la Berta se ha levantado y se ha largado delante de mis narices y ni me he enterado. Cuando me he percatado el pánico se ha apoderado de mi. Al final estaba en la carabana jugando con la tierra.

Hemos buscado la tortuga y la mano y un rastrillo por todo el parque sin resultado; sólo apareció el rastrillo. Lo que me comentaba una mama de la guardería, es que ella misma ve que las mamas recogen lo que no es suyo y se lo meten en la bolsa, ¡tendrán morro algunas!

Al final, me ha cabreado tanto, que he recogido los juguetes y nos hemos largado del parque, pero hemos estado tres horas para irnos ya que no parábamos de encontrarnos a gente: Raúl y su abuela, Mar (nena de la clase de al lado) que se ha hecho daño con un columpio y me he vuelto a llevarla en brazos hasta donde estaba su madre (al fondo del todo el parque), a la mama de Gerard (tiene adoptada a la Berta i no la deja ni a sol ni a sombra) y Edgar de la guardería. Cuando ya estaba cargándolas en el coche a Pepa e Inés (de la clase de Júlia) i después a la super Eulàlia con Roger i Arnau... en fin, que al final hemos llegado a las tantas y yo echa polvo, pero muy feliz de haber tenido un día tan chulo a pesar de todo.