Pues ya estoy en condiciones de escribir sobre este evento. Llegué con unos cinco minutillos de retraso, bueno todos llegaron cinco minutillos antes.
La cena estuvo muy bien: el restaurante pequeño, pero cuco. De otra mama del cole. La comida estaba bastante buena. Nos habían hecho un pica pica variado.
El vino estaba bueno. Yo hace siglos que no bebo, pero desde hace un mes, me ha empezado a gustar el vino. El buen vino, por supuesto. Inaudito. Ingerí gran cantidad de vino para lo que estoy acostumbrada y me dejé fluir. ¡Qué más podía hacer! Había decidido ir y pasármelo bien. Ir amargada no vale la pena. La compañía muy grata y es en estos sitios donde te enteras de cosas. ¡Josep tiene un herbolario! Ya me falta tiempo para ir a echar un vistazo. En cuanto pueda escaparme por descontado que voy.
Después fuimos al Bohemia a tomar una copita. Hacía siglos que no iba al Bohemia. Creo que antes de casarme y ya vamos a hacer 10 años de casados. Hay sitios que nunca cambian, no habían pasado los años por el Bohemia, ni por su karaoke. No canté. No me apetecía. Mejor dicho, no me apetecía esperar para cantar.
Menuda fauna nocturna corría por allí. Las mismas caras de antaño. Después para casa a las 3:20 más o menos. Estuvo bien la noche, cuanto más interesante, ya que empiezas a conocer gente nueva, la mama de uno y de otra, el papa de uno y de otro, etc... interesante y gratificante.
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