EMPEZANDO A EMPEZAR

Uf, que mañana!!!
Toda la mañana corriendo, ¡hay qué ver!
Dejo a Júlia en el cole. Había quedado con un cliente a las 10 en Barcelona. He bajado a Barcelona por la carretera de l'Arrebassada. Cuánto tiempo sin cogerla. He llegado puntual a mi cita, ¿y para qué? Para nada. La señora que me ha atendido que era la responsable de Servicios Generales (en lenguaje más común "la de compras") y me dice:
Señora - Huy, me parece que esto que me estás explicando (mi rollo de siempre) es más bien de los de marketing...
Yo - Pues no entiendo como me pasaron con usted ya que siempre digo quién soy, lo que quiero y con quien quiero hablar (generalmente con los de marketing).
Señora: Pues no lo entiendo. Un momento. - Se va y me deja allí en una mesa en la recepción de la empresa (peazo empresa la que he estado hoy, una editorial (grande). Ya me he visualizado dentro de una sala que tienen muy grande haciendo la presentación de mi libro)
Vuelve la señora:
Señora: Mira, envíales un mail (y me larga los nombres y los mails de las dos personas que están en marketing) ahora están muy liados.
Yo - Normal, con el follón de la feria del Cómic...
Señora: Mira que me sabe mal que hayas venido en balde.
Yo - No se preocupe. Estas cosas pasan...
En fin, pero si cuando hablé con ella por teléfono, también le dije a ella quien era, los servicios que ofrezco (de impresión digital, stands, rotulación etc. no os vayais a pensar otra cosa, mal pensados) de qué empresa y todo al completo, no me lo podía haber dicho entonces. Además, que hablamos dos veces porque me aplazó la visita. No lo entiendo.
Me vuelvo para la empresa. Tenía que recoger unos foams para llevar al pavellón 8 de Fira de Barcelona a un stand de un cliente. Los foams todavía no están acabados. Bueno, me pongo a sacar faena, presupuestos (una productora de cine que me ha pedido presupuesto para decorados de una peli; sube un pico guapo el presupuesto). Entre medio, contesto mil llamadas de teléfono. El teléfono hoy está que arde. Mi jefe se va y me reenvía un presupuesto que le han pasado por mail y que tengo que calcular antes de irme, porque es urgente... llaman a la puerta, es el comercial de una fuente de agua que nos trajeron para probar (que no vamos a cambiar), le digo que mejor me llame para quedar. Interrumpo la conversación con él cuatro veces. Mientras voy a coger el teléfono, el chico se queda hablando solo, pásame por mail el consumo de agua, cuantas garrafas al mes, cuando lo tenga te podré calcular la oferta, bla, bla, bla...
Yo - Perdona, pero ya ves como estamos. Lo mejor es que me llames para quedar.
El - ¿La semana que viene te va bien?
Yo - No te lo puedo decir - pican a la puerta - porque tengo dos semanas muy complicadas...
El - Bueno, pues pásame por mail la información del agua que gastáis y...
Yo - Hola. Endavant (le digo al que ha venido).
Yo - Pásame las preguntas que necesites saber y yo te las contesto para que puedas hacer la oferta.
Otra vez el teléfono y además el móvil a la vez.
Es la clienta de la feria, reclamando los foams...
Yo - Mira, me sabe mal atenderte tan mal, pero es que estamos desbordados de faena.
El - Lo sé, lo sé, pero sobre todo mándame el mail..
Yo - Sí, sí, mandame tu primero y luego yo te contesto.
Y el chico que no se va. Y paso que doy, paso que da el detrás. Se parece a mi perro Archi, que tenía cuando yo era pequeña, sobre todo cuando llegaba la hora del pipi, cogías la correa y te seguía por toda la casa hasta que salías a la calle con él. Joder, yo no soy tan pesada. Primero: no me presento nunca en una empresa sin cita previa (solo lo hice una vez y además es la empresa más borde que conozco, manda narices. Empresa dedicada a las franquicias de tiendas de deporte basicamente).
Segundo: no me pongo a perseguir al cliente en su territorio detrás todo el rato...
Tercero: si te he dicho que me envies un mail con la información que necesitas, no me digas tantas veces que te envíe el e-mail si hasta que no me lo envíes tu, yo no voy a poderte enviarte nada.
Me ha llamado la chica que conocí en las jornadas de Mónica Mendoza. Le han encargado un proyecto. Una exposición. Y me ha llamado para que le hagamos toda la producción y montaje de la expo. Bravo. Gracias universo. Ley de atracción. Infalible. Me funciona al 100 %.
Por fin están los carteles que van a la fira. Desmonto las sillitas del coche. Me voy cagando leches para Montjuïc. Entrego los carteles.
La clienta está de morros porque le toca trabajar a ella. Si los hubiera entregado un cuarto de hora antes, le habría tocado a su compañera. Clienta un poquito de cara de amargada, en la primera visita que le hice también. Esta chica tiene un gran problema. Además desprende una cantidad de energía negativa, que me ha transmitido.
Yo - ¿Los quieres ver?
Clienta - No, déjalos ahí que ya los colocarán.
Yo - Como quieras.
Mientras tanto, me pongo a montar de nuevo las sillitas del coche para no irme con el coche desmontado.
Clienta - Oye, este cartel no está muy bien empreso. La resolución no es muy buena.
Mierda, porque no me habré largado de aquí a montar las sillitas fuera del pavellón.
Yo - Yo lo veo bien. (Estaba perfecta. No puedes pretender un cartel enorme que se vea bien de cerca, se han de mirar de lejos. Además son para colocar en en lo alto del stand). Nosotros nos hemos limitado a imprimir las imágenes que nos habéis pasado.
Clienta - Ya ¿pero no podéis ver antes de imprimir que no está bien la foto?
Yo - Si, pero si se hubiera visto mal, te habría llamado.
Clienta - No sé. Lo comentaré con el director de arte...
La clienta estaba más aburrida que una ostra. Cuando llegué al stand estaba leyendo una revista, y ya se sabe lo que dicen, que cuando el diablo se aburre, mata moscas con la cola. Y todo porque en el cartel salía ella y no le gustaba cómo salía en la foto. Pero si es que de donde no hay, no se puede sacar. Se vería con la cara de amargada y se acojonaría y ahora encima la culpa es nuestra. Faltaría más.
En fin, he puesto las sillitas a todo meter y me he largado para casa. Hoy he llegado pronto y además mi mami ha traído comida.