Esta mañana me he levantado muy tarde ¡10:50 h! Casi quería morirme cuando he visto la hora y lo tarde que era pero el mal ya estaba hecho y eso que se ha llevado mi cuerpo.
Hemos ido a la Fiesta del libro gigante, hemos escrito un cuento y después una ilustradora nos lo ha ilustrado. Después lo encuadernarán y hasta la edición del año que viene.
Me gusta esta fiesta ya que motiva la lectura, la ilustración, la cultura y el contacto con la gente. El año que viene repetiremos sin dudarlo. Querían ficharme para ayudar en la organización pero demasiado para mi cuerpo.
Me he encontrado una mama del cole y ya me ha dicho que para la fiesta de final de curso del cole tienen un agujero negro y querían hablar conmigo, supongo que para que les ayude a organizar. Mañana tienen la reunión para ver de qué presupuesto disponen. A correr, a correr que final de curso ya está aquí, pasa volando.
Por la tarde hemos ido a dar una vuelta; este fin de semana ha sido el Sant Cugat Actiu, la feria de muestras de empresas y comercio extendida por todo el pueblo y creo que también se ha juntado con la "botiga al carrer", había mucha animación y muchas cosas por ver.
Uno de los stands, me ha llamado particularmente la atención "personal training" (entrenadores personales) y me he informado, me he quedado pasmada por el módico precio: 189 € por una hora a la semana. Increíble. Como para estar pagando y luego no ir, como pasa generalmente con los gimnasios.
Hemos llegado tarde a casa, bañetes, cenas, cuento y lurarlá.
Hoy las niñas no han parado de darme besos de abuela y abrazos. Berta como una moto, no puede dormir y la última vez que salió de la habitación eran las 23:45 h, ya le he dicho que si no se dormía y volvía a salir de la habitación la sentaría en la silla de pensar y de momento, no ha vuelto a salir. En fin, hoy estoy molida, tengo mucho sueño todo el día, debe ser porque he dormido demasiado.
Mañana lunes y llega mi séptimo día de ayuno. Ya me queda poquito y el domingo ya puedo empezar a comer normal. Me rendiré un homenaje, casi siempre que hago el ayuno y llega el día que puedo comer, como paella. Ummm, que ganas tengo de comer paella. Para colmo en una de las partes del Sant Cugat Actiu estaba la muestra gastronómica y cada vez que pasábamos por delante el olor a paella era demoledor...me hubiese comido cuatro o cinco juntas.
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