15 de Julio de 2011. Concierto con gospel Sant Cugat. Tenemos nuevo nombre de grupo. "Veus del Gospel". Dejamos atrás a las "Gospel Soul Singers" que personalmente, me gustaba más este nombre, pero no voy a entrar en política. Me he negado a entrar en política. No vale la pena cuando hay otras cosas más importantes y que tienen mayor peso en mi vida y el gospel.
Ya sabéis que necesito el gospel en mi día a día. Sin cantar no puedo vivir. Es tan necesario para mí como el beber agua o comer. Imprescindible.
Tras varios meses de preparación para este concierto por fin ha llegado el día. Generalmente no me pongo nerviosa en los conciertos, pero este, para mi es muy importante.
Ha sido un año duro, por circunstancias varias tuvimos un director suplente, que venía de coral clásica y por mucho que se esforzara el chico, no es lo mismo, el gospel es el gospel.
Uniforme: pantalón negro, camiseta negra y pañuelo verde. En Junio hicimos un aperitivo de concierto. Nos agregamos al concierto de final de curso de la coral del colegio y cantamos cuatro o cinco canciones. Todos mis pantalones negros se me han quedado enormes y estoy sin pantalones para cantar. En ese concierto me puse unos de la talla 46 con cinturón, pero me dan una inseguridad brutal, con lo cual he tenido que ir a comprarme unos pantalones de mi talla y una camiseta negra. Tengo una negra de media manga, que tiene muchos años y tampoco me siento cómoda con ella. Es básico estar cómoda para cantar.
El martes pude escaparme un momento al centro comercial y comprarme unos pantalones y una camiseta. Después de probarme todos los pantalones negros de Mango, por fin me quedé unos pantalones pitillo negros, de todos, los que mejor me quedaban (talla 40), aunque como siempre de cintura grandes. Después entré en Zara y me compré una camiseta negra, cuello de pico. Básica. Pero ahora tienen la manía de hacer las mangas cortas con la sisa corta.
La preparación para el concierto era muy importante para mí. Es como un ritual (cuando se puede, claro). Júlia estaba con Irene y Berta en casa. Le puse dibujitos mientras me duchaba y me preparaba. Después iría a recoger a Júlia y las llevaría a casa de mi madre donde luego las recogería Jordi.
Me ducho, me visto y cuando ya estoy dispuesta a salir de casa me da por levantar los brazos en el espejo para comprobar que estuviera todo en su sitio. Y efectivamente, estaba todo en su sitio.
Con la maldita manía de hacer las sisas de las mangas de las camisetas cortas, cuando levanté los brazos, allí estaba (en su sitio) toda la selva amazónica que había en mis axilas.
Horrorizada y sin tiempo, muy a mi pesar, tuve que recurrir a la gilette para sacar de allí toda la pelambrera que residía tan cómodamente en mis axilas. ¿Que iba a ser de mi, cuando en el I will Follow Him levantara los brazos hacia el Señor?
Con cada pasada de cuchilla por las axilas, era como un pinchazo en el riñón. Un montón de años trabajándome los pelos con la cera y en un momento, a tomar viento... pero era una EMERGENCIA.
Dejo a las niñas con mi madre y salgo zumbando. Había quedado con dos compañeras a las 18:30 h para salir temprano. Es día 15 de Júlio. Viernes. Hora punta. Operación salida de vacaciones segunda quincena de Júlio. Posiblemente encontraríamos caravana por la carretera.
Conseguimos salir a las 18:45 h. Por suerte, hemos venido super tranquilas por la carretera, no hemos encontrado mucho tráfico.
Llevo toda la semana estudiando las canciones y en especial el solo del I will follow him que últimamente me está pasando malas jugadas. Amazing Grace superado. Esta, está muy interiorizada. Forma parte ya de mi banda sonora personal.
Conforme vamos llegando al pueblo de Castellcir, donde actuamos hoy, nos vamos encandilando con el paisaje. Es una zona muy chula, prados verdes infinitos a ambos lados de la carretera, el solecito de última hora de la tarde, buena compañía en el coche y como no, al son de la música gospel.
Se respira una atmósfera indescriptible. Las temperaturas han bajado un poco. Con las prisas y el despiste, que han provocado mis pelos, me he dejado la dichosa chaqueta que con tanto esmero planché hace tres días para poder tenerla lista (inaudito en mi, que voy a salta de mata).
El pueblo es chulísimo y cuando llegamos ya están el resto de las compañeras, Òscar, el director y gente del otro coro con el que compartiríamos escenario.
Ha venido el marido de nuestra compañera Patricia, que es aficionado a esto del sonido y nos ha hecho de técnico de sonido. Ha colocado un montón de micros y ¡ha grabado el concierto! Tendremos un CD. ¡Gracias, gracias y gracias Patricia!
Hacemos el ensayo y las pruebas de voces. Me despisto con el micro al colocármelo en el sitio y llega el momento del solo y no me sale bien. Òscar me recuerda de debo coger una nota desde arriba, porque es muy alta, si la cojo desde abajo no llego. Lo sé. Agradezco interiormente que me lo recuerde. Estoy tan nerviosa y el no haberlo hecho bien, me pone cada vez más nerviosa. Pienso que solo es el ensayo y que esto augura que en el concierto me salga de puta madre.
Nos vamos a cenar. Los del coro nos han hecho una cena increíble. Estaba todo tan bueno. Esta gente a currado un montón y han cocinado platos buenísimos. Gracias, gracias y mil gracias. La buena sintonía se palpa en el ambiente. Empezamos a intercambiar conversaciones con unos y con otros... y a las 22:00 h empieza el concierto.
Cantar con la tripa llena no es lo más adecuado, pero esto es una fiesta. Empiezan ellos a cantar. Suenan super bien. Nos quedamos prendados. Me encanta como lo hacen.
He visto una gran evolución en la manera de dirigir de Òscar. Se nota que se está aplicando en esto del gospel, porque desde que empecé con él hace dos años hasta el concierto del viernes ha crecido mucho en este aspecto y lo que es más importante, nos lo está transmitiendo mucho mejor. Nos lo hace vivir más y esto me entusiasma. Cada vez me gusta más, porque cada vez aprendo más.
Empezamos el concierto. En este pueblo también el grajo vuela bajo, porque hace un frío del carajo. Estoy congelada. El no tener tantas calorías en mi cuerpo, me está convirtiendo en una friolera. Antes siempre tenía calor. Mi cuerpo tiene que pasar por todas las estaciones por lo menos dos veces para que se habitúe a su nueva condición (de delgada, por suerte).
Además los nervios, me están comiendo por dentro. Empezamos a cantar y voy a por todas. Estoy disfrutando de lo lindo. Hacen la presentación del Amazing Grace. Mi corazón se dispara. Empiezo a respirar hondo, cierro los ojos y me pongo en estado de introspección. Salgo a cantar. Primera estrofa. Superada. Segunda superada. Y tercera superada. Canción superadísima.
Seguimos con el repertorio. Llegamos al I Will Follow Him. Sigo en concentración absoluta. Cuando estoy en el escenario es como si me insertaran un programa de "concierto" y el nivel de concentración es altísimo, no me puedo dispersar ni un segundo. Es básico.
Llega el solo. Y mi consciente está pendiente de coger la nota desde arriba. Y así la cojo. Pero mi subconsciente me juega una mala pasada. Hace que mi mente, EN PLENO SOLO, se quede completamente en blanco. De oír al coro, nada de nada. No las oía. Como mi voz va sola, seguí cantando algo que iba más o menos acorde, me dijeron todos, porque yo seguía con la mente en blanco. Me dijeron que no se notó. Pero el enfado conmigo misma fue increíble. ¿Cómo coño me puede haber pasado esto a mi? He cantado la canción mil veces y hoy la he escuchado por lo menos unas cien (el trozo del solo, claro).
El pianista me dijo que se quedaba con lo que proyecto y transmito cuando canto y que no se había notado. Pero yo sí que lo he notado. Después de esta, cantamos Aquarious, Let the sunshine in, de Hair con el coro local y después Thank You Lord y no pude más, empecé a llorar como una imbécil, embargada por la emoción de esas voces mágicas, esa energía arrolladora y especial y por la rabia de no haber hecho el solo en condiciones. Pero esas cosas pasan y son cosas del directo. Lo que me jode, es que han grabado el cd, con mi cagada. Le dije a Patricia que tendríamos que hacer una ñapa y grabar en otra ocasión el I will Follow Him o solo la parte del solo...
Cuando llegué a casa, llegué tan feliz y con tanta paz que aún hoy doy gracias a la magia del gospel que me aporta tantas cosas buenas: armonía, paz, energía positiva, amistad, amor, gratitud y felicidad.
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