¡Vaya diíta hoy! ¡Qué agotada estoy! Pero todavía estoy como una moto.
Después de trabajar, corriendo a buscar a las niñas. Hoy lunes toca música con Júlia. Berta como los dos últimos lunes es montarla en el coche y en el camino del cole a la escuela de música se queda frita.
Hoy mi madre no estaba porque le habían enviado una carta para ir a revisarse el oído. De vez en cuando, los de la optica del barrio, les envían una carta para hacerse la revisión del oído y de paso si están sordos estos abuelos, les venden el sonotone. Les regalan una toalla y le hacen la revisión gratis. ¡Qué más pueden pedir con los tiempos que corren! Hay que estar agradecidos.
Bien, para hacer tiempo hasta las 17:30 h que entra en música, hemos estado un ratito en el parque y por el camino iban recogiendo una hoja caída de un árbol, pero tenía que ser la más perfecta, para llevar a la clase de música e ilustrar un poema que han aprendido y que Júlia me ha recitado de pe a pa, mañana le diré que me lo diga de nuevo y lo escribiré. ¡Qué bien recita! Si le puedo hacer un vídeo recitando el poema mejor que mejor, ¡a ver si se deja grabar!
El caso, es que mi madre tenía hora en la revisión a las 17:30 h y hemos quedado que cuando entrara Júlia en música le llamaba a ver como iba. Salimos de música y sin el rumbo muy definido, vamos hacia Abacus porque tenía que hacer unas compras, pero me doy cuenta de que Berta está agotada y que no voy a llegar ni de coña, ni siquiera al super que está a mitad de camino y ella me iba diciendo si "anem a mirar contes a la lilocleta" (vamos a mirar cuentos a la biblioteca) y he pensado que sería una buena opción, así es que allí hemos ido. Cuando ya había leído seis cuentos y ya en el último la niña no atendía y ya se estaba desmadrando, he llamado a mi madre a ver por donde andaba.
Me dice que está en casa de mi tía, que había ido, porque mi tía Francis había ido al médico a hacerle una prueba y la pobre estaba hecha polvo. Total, que me dice mi madre que no me oye!!!
Yo - ¿Qué te ha dicho el médico?
Mi madre - ¡Qué estoy muy bien!
Yo - ¿Dónde estas?
Mi madre - Aquí en casa de la tita, que he venido a verla...
Yo - Ah, ¿pero vas a ir a casa? Que tengo que hacer unos recados y con Berta no llego ni a tiros...
Mi madre - ¿Qué dices? Que no te oígo, ¿dónde estás?
Yo - En la biblioteca y no puedo hablar muy fuerte mama.
Mi madre - Bueno, dime donde estás y yo voy para allá.
Yo - Que estoy en la biblioteca y no puedo gritar.
Mi madre - Ah bueno, pues dime donde estás y voy para allá...
Yo - Pues vete para casa y te llevo a Berta y cuando salga Júlia te la llevo.
En fin, menos mal que el óptico que le ha hecho la revisión le ha dicho que estaba bien y no tenía picaresca, si no le endosa un sonotone seguro...
Le llevo a Berta y me quedan 30 minutos para ir a recoger a Júlia. No me da tiempo de ir al Abacus, porque me gusta ir tranquila para ver bien que es lo que compro; me voy al super a comprar dos cositas que me faltaban. Bueno, eso de dos cositas... dos bolsas (de las grandes) a petar del Mercadona, que he tenido que cargar desde el Mercadona hasta la escuela de música y corriendo a toda prisa porque me salía la niña...
Llego medio muerta a recoger a Júlia con las dos super bolsas, el bolso cayéndoseme todo el rato... salimos de allí y de camino a casa de mi madre, Júlia a paso de tortuga, pero tortuga, tortuga.
Yo todo el camino parecía un burro de carga, andando sola y Júlia tres kilometros detrás mío y a paso muy, muy lento (más lento de lo normal); después de pedirle en varias ocasiones que por favor fuera más rápido que no podía con las bolsas y el bolso tocándome los cojones ya, me he parado, he esperado a que viniera y le hecho que cogiera las bolsas a ver si podía levantarlas y fuera consciente de lo que pesaban. Le ha entrado una risa que se moría y entonces ha acelerado el paso, pero no os creáis que mucho.
Cuando he llegado a casa de mi madre, ya no sé si era yo o era otra. ¡Qué dolor con las malditas bolsas! ¡Y lo mal que se llevan las cabronas! Todo el rato chocando con las piernas a cada paso que doy, con lo que se hace más incómodo y menos llevaderas. Y el peso creo que hasta se multiplica. En fin, dejo las bolsas y la niña en casa de mi madre y por fin me voy al Abacus.
He comprado cosas varias para la fiesta de Berta y por fin me he agenciado una mini pistola encoladora, que ya la he probado y es un auténtico vicio. ¡Me encanta! Y después me he ido al bazar chino que hay justo al lado.
He encargado unas narices de payaso para regalar a los niños. El chino me ha dicho que las ha pedido, pero que no sabe si estarán para el jueves, el viernes o cuando... además teniendo en cuenta de que el miércoles es fiesta.
Total que el jueves pasado, me dio su teléfono y le dije que le llamaría yo para decirle cuantas necesitaba, porque todavía tenía gente por confirmar y esta tarde le he dicho que por favor me llamara él:
Yo - Bueno, apunta mi teléfono y cuando te lleguen me llamas
Chino - Yo tenel tu telefono ya.
Yo - No lo tienes, el otro día me diste un trozo de ticket con vuestro teléfono.
El chino le dice algo a la china y sacan una libreta. Busca el teléfono y no veo si está o no está (está escrito en chino)
Chino - No está. Apunto...
Le doy el teléfono y lo apunta.
Yo (a la china) señalando el papel - Hay pone mi nombre y mi teléfono? (asombrada; por entablar conversación con la china que no dice ni pio).
China - Si (y nos reímos...)
Yo (de nuevo al chino) - Bueno cuando te lleguen me llamas.
Chino - Yo pidí shicuinta...
Yo - Bueno, cuando te lleguen me llamas.
Chino - Si, de acueldo, te llamo
Yo - Pero si no te llegan también me llamas
Chino - Eing? (no entiende)
Yo - Bueno si tienes narices me llamas y si no tienes narices me llamas también.- He querido simplificar la frase y una señora que escuchaba la conversación empieza a petarse de la risa mirándonos.
Cuando me doy cuenta de lo que le he dicho al Chino. "Si tienes narices me llamas y si no tienes narices me llamas también"...
El chino se ha petado de risa y yo más, porque se ha reído y no se ha enterado del chiste. En fin, que la comunicación no es que haya sido muy fluida hoy, ni con mi madre que iba a hacerse la revisión del oído y no se enteraba de nada por el móvil y las narices y el chino. Así es que si el chino tiene narices, me llamará y si no, espero que también, porque necesito las narices de payaso el viernes como muy tarde.
Después he vuelto a casa de mi madre y Berta se había quedado dormidísima en el sofá. Así es que he bajado las dos bolsas del super al coche que hoy por casualidad lo tenía en la puerta y luego he bajado a Berta en brazos y a Júlia le he tenido que llamar unas diez veces (no me hacía caso, estaba mirando La Casa de Mickey Mouse hipnotizada completamente).
Hemos llegado a casa y por el camino he llamado a Jordi para que me bajara a ayudar, porque ni loca podía con: las dos megas bolsas del Mercadona, el bolso, la compra del Abacus, la compra del chino, la bolsa de la merienda, las dos mochilas, tres chaquetas y las niñas dormidas... para que luego digan que no somos mulas de carga; yo por lo menos sí lo soy.
Hoy drama nada más pisar casa; así que en previsión del pollo que se avecinaba con el baño, hemos hecho ducha pero no hemos lavado el pelo (lo lavamos cada día, porque descanse un día no pasa nada).
Acabamos y cuando se sientan a cenar, Berta suelta las palabras mágicas:
Berta - Cuando anirem a Sidney?
Yo, pensando: ¿Sidney?, esto me suena Y ¿de dónde lo habrá sacado?
Berta - Esh queltidibado és molt petit i está molaprop
Jordi - A Sidney, Australia? Aixó está molt lluny...
Berta - Jo vi anar a Sidney
Yo - A Disney!
Jordi - Quan la Júlia tingui set anys i tu cinc. D'aquí dos anys anirem...(cuando Júlia tenga siete años y tu cinco. De aquí a dos años iremos)
Y ahí acabó la cosa, después empecé a hacer llamadas, porque a parte de la fiesta del domingo, está la organización de la fiesta en la clase, que lo hacen el jueves, en conjunto de la otra clase... y más para organizar.
¡Qué vida esta me paso la vida organizando!
Ayer Jordi hizo un calendario para hacer la agenda familiar de este trimestre. Tenemos tantas actividades varias que como no lo apuntemos se nos puede ir la cabeza perfectamente y eso que encima no se nos solapen actividades. Y la semana del 21; tenemos el Festival del Institut de Gospel el próximo día 22 de Octubre y cantamos en Luz de Gas y viene un coro de Francia junto con Emmanuel D'job que además acogemos a dos francesitos o francesitas o francesito y francesita en casa!
Ahora sí, os dejo una foto de mi nueva adquisición, una mini pistola de encolar, ¡yupiiiii!
1 comentario:
Bueno guapa pero es que no me estraña que te estes quedando tan delgada si es que no paras , y que risa me pegue yo solita con lo de las narices XD .
Un besote .
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