Hoy he ido a trabajar y las nenas han estado en casa de la tata Rosana, tiet Pablo y iaia Paquita. Cuando he acabado de trabajar, me compré un bocata y comí en casa de mi cuñada y después nos fuimos de compras. Hemos estado en el Centro Comercial de Sant Cugat y los objetivos de hoy los tenía bastante claros.
Hoy ha sido tarde de chicas. Hemos llegado al cento comercial y hemos merendado en el Dunkin Donuts, Júlia donut terrorífco y sangriento donut de fresa y Berta fantasmagórico donut de chocolate blanco y batido de chocolate cada una y la mama un café para no subir en el peso conseguido después de mi convalecencia. De nuevo estoy en 57,700 kg. Me he quitado los dos kilillos del veranito y dos más extras. Total cuatro.
Después de la merienda, al baño como no. Al cabo de media hora de estar en el lavabo, hemos ido directas a Zara, tenía que coger un bestido a Júlia igualito al que le regalaron a Berta en su cumple y se ha vuelto locas con los modelitos que colgaban de las perchas. Julieta se ha enamorado de una falda muy chula; en cuanto Berta la ha visto se ha enamorado también y entonces Júlia ha dicho que yo también me la comprara para ir las tres iguales. Le he pedido a la dependienta la talla más grande (de la sección de niños de Zara) y me ha traído una talla 13-14. Hemos cogido unas camisetas fucsia, unos pantalones estilo amazona y nos hemos ido al probador. Me he puesto la falda y voilà, directa a mi armario. ¡Me he comprado una falda de la talla 13-14 de niña! Ni en mis mejores sueños. Ahora cumpliré ese capricho de ir las tres iguales. Cuando hemos salido del probador, una cola en la caja impresionante. Júlia que tenía caca. Deja la ropa a la cajera, cruza de nuevo de punta a punta todo el centro comercial. Lavabo. Media hora más. Vuelve a Zara. Media hora de cola en la caja para pagar. Cuando salimos de Zara, teníamos que ir a Calzedonia a comprar medias, leotardos y calcetines antideslizantes para Julieta, para poder estrenar las faldas cuanto antes.
Pero antes de ir a la tienda de las medias, se han subido en uno de eso coches que se mueven cuando les pones una moneda.
Cuando hemos llegado a Calzedonia, he preguntado por los famosos leggins push up, esos que te suben el culo. AGOTADOS. Pero agotados, agotados y con una lista de espera de unas 50 personas que quieren esos leggins. Así es que me he conformado con una medias muy tupidas. Las más tupidas de todas para no volver a coger frío y ponerme enferma.
Decir que sorprendentemente las niñas se ha portado divinamente, sobre todo Berta. Estamos trabajando y potenciando el que se porte bien, a base de felicitarla cuando lo hace; en un par de ocasiones se han escondido entre la ropa de las perchas, pero ¿y quién no lo ha hecho eso de pequeña? Y en Calzedonia, como ya estábamos muy cansadas, han empezado a ordenar un poco las medias a su estilo, pero solo me ha bastado decirles un par de veces que hicieran caso y por fin a casa. No sin antes pasar por Imaginarium, un paraíso de juguetes chulísimos de donde me ha costado arrancarlas.
Ha sido una tarde de chicas muy entretenida y divertida. Nos lo hemos pasado pipa las tres y ¡se han portado como si fueran unas niñas grandes ya!
Nuestra compra de hoy:
3 faldas iguales, una para cada una:
2 camisetas para Júlia y Berta:
Camisetas para Júlia:
Vestido para Júlia (igual que el de Berta):
Y pantalones para cada una de ellas:
Y eso es todo por hoy, que no es poco.
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