Este fin de semana pasado, como comentaba en el post de ayer, estuvimos en L'Espluga de Francolí con el programa de Vacances en Família de la Generalitat de Catalunya, en el albergue Jaume I.
Recogimos a Júlia en el cole recién llegada de las colonias y fuimos un momento a casa, acabamos de hacer la maleta y nos fuimos.
El sábado por la mañana fuimos a visitar las Cuevas de l'Espluga de Francolí una visita muy recomendada. Hicimos una visita guiada muy interesante con una magnífica puesta en escena con figuras representando escenas combinado con audiovisuales muy bien montado. Júlia se lo pasó en grande pero Berta se cansó un poco y en algunos momentos tuvo un poco de miedo, por la oscuridad y por los señores neadertales que salían...
Y al salir de las cuevas hay una representación de casas de un poblado íberico, aunque está en construcción:
Y el domingo por la mañana estuvimos en el Museo de la Vida Rural, otra visita recomendadísima, aquí sí que las niñas disfrutaron de lo lindo, estuvimos toda la mañana hasta la hora de comer y las niñas se enfadaron porque ya teníamos que irnos a comer.
Las gráficas de las exposiciones están muy bien realizadas (yo me dedico a eso), la expos también están muy bien montadas, combinando audiovisuales, con todo tipo de herramientas, artilugios y todo lo que tiene que ver con la vida rural. Fue una excursión completamente al pasado. Las exposiciones nos muestra toda la vida rural: la parte social, cultural, el trabajo: oficios que ya ni existen y que ni yo sabía que existían. Explica de que vivían en el campo, como se hace el pan (todo el proceso), como se hace el vino, como hacían la matanza del cerdo, todos los oficios... nos teletransportamos al pasado, solo cuando sales a la calle te das cuenta en la época en la que estamos.
Conocimos una família, J.L. y N. con dos niñas M. y C. monísimas, hicieron muchas, muchas migas con Júlia y Berta, parecía que se conocían de toda la vida y tenían obsesión con ir a jugar con ellas.
Pasamos un fin de semana magnífico con estupenda compañía y espero que vengan pronto a vernos a Sant Cugat para que las mías se desquiten, que me preguntan a menudo por ellas y quieren ver las fotos que les hicimos...
Y para matar los ratos muertos, mi amiga Eugènia me trajo un libro, por iniciativa propia, que empecé a leer allí y me enganché en la primera línea. La verdad es que se lo recomiendo a todas las brujas galleteras (reposteras), tenemos que montar un club galletero ya mismo...
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