Ayer fue un día raro. Estaba muy cansada. Viernes. Después de una dura semana, de frío y Berta con bronquitis, con el desbarajuste que eso supone. Si la rutina ya es durilla si encima tienes una niña malita se rompe la rutina y haces ir a todo el mundo mal, tienes que tirar de família porque no te queda más remedio y porque tenemos la suerte de tener de poder contar con ella.
Ayer tocaba gospel. Ensayo para el próximo concierto del día 22 de Diciembre en el Auditori de Barcelona. Fun un ensayo muy emotivo. Los sentimientos estaban a flor de piel y yo estaba especialmente muy sensible.
En varias ocasiones, cantando el Aleluia, con varias compañeras nos emocionamos y lloramos como magdalenas.
Cuando finalmente acabó el ensayo, me fui pitando para casa ya que Jordi también tenía ensayo general y estaba mi madre en casa con las peques. Así que ayer de bocata con los compis, nada de nada.
Me senté en el coche, me enchufé el CD Solidario de recopilaciones de canciones de gospel que han hecho mis compis desde Radiochanky.
Esta ha sido una muy buena iniciativa que han tenido Rosana y Chanky. Han editado este CD, que te entregaban a cambio de botellas de aceite para entregar en Cáritas.
Este CD está muy bien parido. La primera vez que lo escuché me pareció muy bonito. A la segunda ya me he enganchado. Me ha abducido y lo llevo en el coche, lo saco y me lo llevo al trabajo y lo escucho a todas horas.
Total que volvía a casa escuchando el magnífico CD y circulando por la Ronda Litoral vi por el retrovisor que un coche venía a toda velocidad. Me cambié al carril derecho y el coche en vez de reducir la velocidad, porque habían coches circulando por los dos carriles, empezó a sortear los coches cambiándose de carril a su antojo, poniendo en peligro a todos los coches que íbamos circulando. Se metió en una de las salidas de la ronda utilizándola de carril para adelantar por la derecha a la limusina que yo llevaba delante. Y siguió su conducción temeraria por toda la Ronda Litoral.
Algo en mi cabeza me dijo que prestara atención; y seguía escuchando y cantando las canciones del CD.
Dejo la Ronda Litoral y entro en la C-58 y cuando se acaba la obra que es donde empieza la obra del carril bus que están construyendo, solo llevaba un coche delante y unos cuantos detrás. Delante no se veía ningún vehículo y de repente nos sale un coche en dirección contraria y venía hacia nosotros en DIRECCIÓN CONTRARIA en la autopista e hizo un cambio de sentido ocupando los tres carriles y casi haciendo un trompo. Casi se lleva por delante al coche que yo llevaba delante y a mi. El muy hijo de la gran puta estaba esperando a que viniera alguien para hacer premeditadamente el cambio de sentido y poner así en peligro nuestras vidas. ¡¡¡Será hijo de la gran puta!!! Era el mismo coche que iba circulando de manera temeraria por la Ronda Litoral.
En ese momento yo iba escuchando Happy Day y la secuencia fue tan rápida que no tuve tiempo de asimilar lo que había sucedido hasta dos o tres minutos después; con el susto me temblaba todo el cuerpo y me puse a llorar otra vez pensando en lo que podía haber pasado y dando gracias una y otra vez porque no me había pasado nada.
Definitivamente tengo un Ángel y pensar en ello todavía hacía que llorara más y más hasta que llegué a Sant Cugat.
Intenté reponerme porque tenía que llevar a mi madre a su casa y cuando me bajé del coche todavía me temblaban las piernas.
No hago más que pensar en lo que podía haber pasado y en mis niñas. Si me hubiese pasado algo por culpa de un hijo de puta.
Esta mañana me he levantado. Jordi tenía concierto en Lérida y yo, hoy, he pasado de todo y solo me apetecía estar tirada en el sofá con mis niñas haciéndonos cosquillas y jugando con ellas. Y así todo el día, hasta las he llevado al McDonals a cenar y eso que nosotros lo odiamos y jamás de los jamases las habíamos llevado por iniciativa propia, solo han ido una vez, en un cumpleaños y Júlia hacía tiempo que me decía que quería ir porque fuera tienen una estructura con tobogán donde se meten los niños y no sabes por donde andan hasta que los ves bajar por el tubo de plástico.
Hacía un frío y un aire que pelaba y nos hemos ido porque allí fuera no había quien aguantara. Por suerte no me ha costado arrancarla de allí porque ya estaba hecha polvo.
Y cuando he conseguido meterlas en la cama, ya era tardísimo las 22:30 h y Berta no para de llorar y se queja que le duele mucho la oreja, ¿a ver si es que ahora va a tener otitis? Es que va todo unido, bronquitis, mocos, mocos no salen, se van a oídos, resultado: otitis. Le he dado paracetamol a ver si se calma y pasa buena noche.
Mañana el padre de las criaturas tiene dos conciertos y la madre tiene uno a las 10:30 h de la mañana, hacemos una misa gospel y me las llevo y por la tarde iremos a ver cantar a una amiguita de su clase y su hermana gemela en la iglesia donde cantan estas niñas y después hacen una merendola. Nos han invitado y a Júlia le hace mucha ilusión ir, así es que este finde me estoy forrando de niñas.
¿Y sabéis qué? No estoy saturada de niñas como en otras ocasiones estaría. Solo pensar en lo que me pasó anoche y por suerte no pasó nada me hace reflexionar y dejarme más claro que la vida son cuatro días, dos llueve y uno se te puede echar encima un conductor kamikaze en la autopista y enviarlo todo a tomar por culo.
Así que vivir intensamente cada instante a tope y todos y cada uno de ellos como si fuera el último. Intentaré acordarme de esto cuando esté muy desquiciada y estresada.
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