viernes, diciembre 30, 2011

Semana del 19 al 25 de Diciembre de 2012 - II PARTE

El miércoles 21 de Diciembre me cogí fiesta porque las peques tenían el concierto de Navidad del cole. Primer concierto de Berta y tercero de Júlia, ¿cómo me los iba a perder?
Júlia lo hizo muy bien, ya se le está quitando la vergüenza a eso de cantar en posición coro (en casa se le da muy bien). Y Berta, muerta de vergüenza. En la primera canción no cantó nada y en la segunda tampoco, además que le entró un ataque de tos a la pobre que casi vomita y todo por los dichosos mocos... eso sí, se pasó toda la segunda y tercera canción cogidita de la mano de su buen amigo Dídac; ha   sustituido la amistad con su inseparable Nico de la guardería por Dídac, un nene que por lo visto tiene mucho carisma y tiene a todas las nenas encandiladas, y es que tiene una carita de bichito... y cuando se juntan estos dos ¡son tremendotes!
No tuve manera de que me salieran unas fotos en condiciones, no sé por qué razón todas salían movidas, borrosas... un desastre, de Berta salío una bastante bien, las de Júlia todas mal y la que os pongo es la que está menos mal, (que Deunidó)



El jueves por fin tuvimos nuestro concierto en el Auditori de Barcelona y cantamos con los Late Show Gospel Choir. Llegué a mi casa a la una de la madrugada y hecha unos zorros, de agotamiento... pero me metí en la cocina y estuve haciendo nevaditos y galletas hasta las 3:30 h (sigo sin tener solución) pero es que la masa de los nevaditos no se acababa nunca, y a eso le sumamos idas y venidas de Berta de la habitación a la cocina y de la cocina a la habitación...
Los nevaditos buenísimos (ya os colgaré la receta):


Las galletas, buenísimas, aunque es la primera vez que las decoro con la glasa:


Y algunas fotos del concierto, solo tengo estas, pero es que salimos tan guapas (no tenemos abuela) que no puedo evitar ponerlas en mi rinconcito:


Y esta que me encanta, con Hugo, Clarence, el saxofonista (que no me acuerdo   de su nombre) y mi querida amiga Amelia. En realidad, Amelia y el del saxo se colaron en la foto, pero ha quedado tan auténtica esta foto que me encanta, si intentamos hacer una foto así, seguro que no sale ni haciendo cien fotos...


Y el viernes comida de empresa, con amigo invisible incluido. No os cuento lo que me regalaron por que no tiene nombre. Yo que fui políticamente correcta y que con un presupuesto de 10 € regalé dos botellas de vino decentes y el que le tocó regalarme, encargó la compra a terceros y... sin comentarios (seguro que si leen esto se parten de risa). Hice fotos y me hicieron una foto con mi regalo, pero prefiero mantenerlo en el anonimato...
Por la tarde a ultimar compras para que cagara el tió y para la cena de Nochebuena y comida de Navidad.
Por la noche ahumé un salmón de 2 kilos... ya os explicaré también el proceso de ahumar el salmón fresco. Facilísimo y buenísimo.
El tió cagó muchísimo. Los niños picaron y cantaron mucho y este año el tió ha perdido un ojo el pobre se nos ha quedado un poco tuerto...


Y luego nos marcamos un solo de batería a seis manos en el búnquer de mi primo, con su batería claro... (somos novatas, pero lo intentamos...)


Y el día 25, veinticinco a comer a mi casa, es la desventaja de tener un salón enorme, pero que os voy a decir, me encanta tener gente en casa y las peques me ayudaron a hacer canapés. Lo hicieron genial y en cadena he visto que funcionamos a la perfección...



Hicimos el amigo invisible también. Y yo, de verdad, no sé donde tengo la cabeza. Este año tuve que comprar cinco amigos invisibles, por razones que ahora no vienen al caso. Compré el primero de todos el de mi cuñado Pablo y lo guardé en el armario de la entrada. Llegó el día del amigo invisible y me olvidé por completo de que lo había comprado y de ponerlo bajo el árbol. Es tal la laguna mental que tuve, que me puse malísima y no pude reaccionar cuando todo el mundo hacía cábalas de "a ver a quien le había tocado regalarle a Pablo"... total que el pobrecillo se quedó sin su regalo. Al día siguiente me vino el flash a la cabeza, que fue el primero que compré y me olvidé por completo. En blanco completamente. Además del apuro, me llevé un gran disgusto. Suerte que mi cuñado le quitaba hierro y se lo tomó divinamente diciendo que su amigo era pues eso: invisible... en fin, anécdotas.
A mi me regalaron una caja muy chula para guardar mis collares y el último del Ruiz Zafón: El prisionero del cielo. Para completar mi trilogía.




El día 26 vinieron mi suegra y mi cuñado, mi madre y C. con las nenas, C. y B. Hice dos bandejas de canelones y el mejor regalo es que a tu suegra (que come poquísimo) repitiera de canelones y se llevara un taper para ella y para mi cuñado. No hay mejor premio que ese después de pasar un buen rato en la cocina pegada a los fogones (bueno a la vitro) ¡además de que mi suegra es la reina de los canelones! (Ya os colgaré la receta también).
Y hasta aquí el resumen semanal de la semana pasada que ya se me acumula la faena con todas las actividades de esta semana, que estoy de vacaciones y no paramos, estoy molida...

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ets una marassa! No em cansaré de dir-ho! I és que no em puc imaginar com després de l'Auditori poguessis dedicar-te a fer els "nevaditos" per l'endemà.

M'encanta veure el teu desfici i dedicació per la cuina. Ara que, degustades les teves galetones de pasta de full el dia 22, sé que sempre quedaran garantits els elogis, i això és el que motiva a les cuineres també, oi? Estaven boníssimes!!! Mmmmmm !!!

Petonet!

(Si penges receptes de coses saladetes, m'hi enganxo!).

maria josé dijo...

Grácies guapa! Avui he pensat en uns croasanets de brie, a veure si experimento!
Gràcies a vosaltres que em llegiu i em seguiu sou la meva motivació diaria a fer tantes i tantes coses i sentir-me viva!!!!!!!
petonets i que tinguis una bona sortida i millor entrada d'any
mj

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