Qué mañana más desquiciante que llevo. Jordi se ha ido a currar con mi cuñado. Tenemos que cambiar la bañera del piso que tenemos alquilado porque se rompió y se ha ido de peón de paleta.
Y yo aquí, sola, con las dos peques que hoy están un poquito irritables y yo estoy al borde de un ataque de nervios.
Para salir a comprar, una eternidad. Hemos conseguido salir a las doce de la mañana, pero para eso casi he tenido que sacar el látigo (es metafórico, no os vayáis a pensar).
Hemos ido a comprar a la frutería y horrible. Lleno de gente, no se podía avanzar con el carrito, las dos niñas y los cestos esos con ruedas que llevaba Júlia, manejándolo como podía.
Al final he decidido que no íbamos a comprar a ningún sitio más y nos hemos ido para casa, cualquiera entraba a comprar en el Área de Guisona, que llegan las colas hasta el final del local. Para casa, vamos, sin pensármelo dos veces.
Cuando hemos llegado a casa les he dicho que jugaran un poco mientras yo hacía la comida y les he sugerido que jugaran a peluqueras y les he puesto la silla delante del espejo de la habitación de jugar. Han estado un rato, hasta que Berta se ha cansado de que la peinara Júlia y se quería peinar ella sola (estamos en la fase del "yo sola"). Júlia quería seguir peinándola y ella no quería. Así que han empezado a chillar:
J - Peerrttaaaa!!! Seu a la cadira!!!!
B - Nnnnoooooo.
J - Que t'he dit que te seguis a la cadirra!!
B - Nnnnnooooooooo.
Y así un montón de rato. Yo estresada porque estaba haciendo la comida rápido, rápido.
Cocinar con presión es lo peor que hay. En cuanto he metido las verduras al horno y les freía unas patatas fritas a las niñas, he pensado que podría ir escuchando las voces del Joyful que grabé ayer con el mp4. Y el maldito mp4 ha desaparecido. No lo encuentro por ningún sitio. He regirado toda la casa. Además cuando estás nervioso no se ve un pimiento.
Me pongo a freir unos huevos fritos y Berta con una barraquera (de las de marranada) todo el rato debajo mío, a mis piernas y yo diciéndole que se apartara que el aceite caliente salta y la podía quemar. Y ella se aferraba a su "Nnnnnnnoooooo".
Cuando la otra se ha cansado de gritar y de ordenar a Berta que fuera a sentarse a la silla de la peluquería se ha venido a la cocina y se han empezado a hacer la puñeta la una a la otra.
Yo no podía correr más haciendo la comida, para que comieran, poner a dormir a Berta y descansar un poco.
Cuando ya voy a poner la comida, Júlia le da sin querer a un vaso de agua lleno hasta los topes y toda el agua desparramada por el suelo de la cocina, lo que me retrasa más en ponerle el plato delante a Berta para que deje de llorar.
Llamo a Jordi a ver si se ha llevado el mp4 y me dice que no, que él no lo toca. Bueno, pues ya no sé donde buscar. "Cuando te relajes lo encontrarás", me dice.
Pero como me voy a relajar con el patio que tengo...
Por fin logro ponerles la comida en el plato, han comido y Berta se ha quedado dormida en la misma mesa.
Júlia, no ha comido casi nada y decía que "tenia la panxa plena"... mientras cambiaba el pañal a Berta y le ponía ropa más cómoda para dormir la siesta, negociando con Júlia que se comiera una albóndiga y tomate. Se niega en rotundo y otra vez con las amenazas: "Com no et mengis el tomàquet i la mandonguilla, m'enfadaré". Al final me ha dicho que se comía el tomate y "la pilota". De postre petit suisse mientras yo ponía a dormir a Berta.
Me pongo a escribir y ya se viene para el ordenador a que le saque una Sirenita para pintar, que no ha pintado porque no para de revolotear por el ordenador. Seguramente está esperando que le ponga dibujos, pero hoy ya ha hecho el cupo de tele.
Pita el horno y las verduras ya están. Me voy a comer y cuando me sirvo en el plato, me doy cuenta de que con tanto estrés no he metido los chapiñones en el horno, los pongo y quince minutos más. ¡Me muero de habre! A ver si pita el horno de una vez. Jordi todavía no ha llegado, pero yo me voy a poner a comer, ya llegará.
Menos mal que esta tarde tengo mi cuarto masaje brasileño. Endoso un ratito a las niñas con mi madre y voy a ver si me relajo.
Espero poder escaparme aunque sea un momento al Padock o al Corte Inglés, ya que estoy en Sabadell.
De todas maneras, estoy segura de que este va a ser un gran día. Voy a presionar al horno a ver si va más rápido.
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