martes, marzo 22, 2011

Crónicas de una noche loca. Despedida de Soltera I

Por fin llegó el día en que tendría lugar la despedida de soltera de mi amiga Andy, que se casa el próximo 1 de Abril, de cuyo enlace he sido proclamada "testiga", hecho que me hace mucha ilusión. Gracias Andy.
El caso es que yo le había dicho que no iría a la despedida. Y en principio iba a ser así, porque realmente este tipo de eventos no me van mucho, pero luego el remordimiento de no estar con ella en este día tan especial hizo que recapacitara y me lo planteara de otra manera. Es una fiesta para Andy, así es que me olvidé del término despedida de soltera y me centré solamente en ella y en su felicidad de tener a todas sus amigas reunidas en una noche loca, loca.
El caso es que el sábado, mientras conducía hacia su casa, la llamé por teléfono para desearle que se lo pasara en grande. Ella no hacía más que preguntarme que porqué no iba y yo dando largas y poniendo las mil y una excusas...
Mientras hablaba con ella, yo le decía que iba de camino a casa conduciendo (tengo manos libres), que venía del centro comercial, del Ikea y ella estaba con un mosqueo impresionante. De pronto el jodido tom tom (que siempre anda fastidiándola) se pone a hablar como un descosido: "manténgase en el carril de la izquierda, bla, bla, bla..."
Andy, más mosca todavía, " ¿que dice el tom tom?" "¿dónde estás?"... yo dando largas intentando cambiar de tema y le bajé el volumen al maldito chivato.
Cuando llegué a su casa, allí estaban todas ya. Fannet, pilló a un pobre señor que pasaba por la calle, le hizo picar al interfono de Andy y leer un papel. Esta Fannet, lo tenía todo calculado al milímetro. ¡Es una crack!
Total que bajaron Andy y sus elegantes lentejuelas y se encontró con la sorpresa que allí estábamos todas, yo incluida. (Me dijo de todo, menos guapa, jajaja).
Una vez reunidas todas, le dimos su corona y su cetro de reina de la noche. Fuimos benevolentes, ya que por lo menos a mí, me hubiese gustado disfrazarla bastante más.
Le cantamos una canción que hemos aprendido de los Nigerian Gospel Choir, compañeros del Institut de Gospel, titulada "Hay que me casu" (esta es la nueva adaptación de la letra, pero fonéticamente suena casi igual), y le fuimos cantando la canción y gritando ¡viva la nova! todo el camino, hasta el restaurante.
Al llegar al restaurante, tuvimos que esperar un rato hasta que estuviera lista una sorpresilla: reunión de taper sex.
Aparece en el escenario, Jose, el que organiza la despedida de soltera y la reunión de taper sex; un chico que para mi gusto sobre actuaba demasiado e iba de gracioso y lo cojonudo del tema, es que tenía la gracia en el culo y el culo de vacaciones veteasaberdonde. Pero bueno, tan simpático era, que yo no sé que cara debía poner cuando le miraba (es que no puedo engañar nunca, mi cara siempre me delata) porque cuando acabó la reunión vino a por mí y ya no me acuerdo que me dijo y yo le dije que me tenía que hacer la pelota mucho, mucho y me la hizo y al final de todo, le dije que estaba de broma y que aceptaba hacer las paces con él por el resto de la noche...
El taper sex, no tenía desperdicio. Nada del otro mundo. Algo que me impactó fue un consolador que además lo podías inflar como si estuvieras tomando la tensión y no explotaba (o eso decía él) pero nos reímos mucho, mucho. Sobre todo un tutorial que explicó Amelia de como una tailandesa se metía de todo por allí y luego lo expulsaba, lo mejor la cara y los gestos de cómo lo contaba. Tiradas por los suelos de la risa. ¡Qué buena Amelia!
Tal y como lo explicaba aquel muchacho se me hizo eterno y tenía una sed impresionante. Decía que no podíamos beber hasta que no acabara la reunión y yo me moría de sed, así es que no me quedó más remedio que interrumpirle y pedirle, que por favor, nos trajeran algo de beber (gracias a todas por apollar esta causa y pedirle al muchacho que por favor subieran la bebida). Y empezaron a traer sangría. Cagada la hemos. La cogí con tantas ganas y sed que, sólo durante la reunión, creo que me bebí unas cinco copas. Y era de aquellas puñeteras, de las que no te enteras que entran, pero las notas fresquitas y cuando te has querido dar cuenta, llevas un pedal del quince.
Por fin acabó la reunión del taper sex y empezamos a cenar, pero la cena fue interrumpida varias veces porque en mitad de la cena, teníamos que hacer una gincana, diferentes pruebas. Entre ellas en colaboración con otra despedida de solteros que había abajo (por cierto, creo que eran casi todos Mossos d'Escuadra, muy pero que muy desbocados... demasiado alcohol llevaban).
El pobre novio, estaba completamente ridículo disfrazado de bebé y con un babero enorme donde rezaba "Kiss me". Definitivamente horroroso.
Pero lo mejor estaba por llegar, un policía muy especial (y no era un Mosso de los de abajo)...
To be continued...(tomorrow more) see some photographs (o lo que viene siendo lo mismo, ver algunas fotos...)

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