Tarde lluviosa

Hoy martes. Esta mañana me han llamado del cole de Júlia que se había anulado piscina. Vaya rollo. Habíamos quedado para tomar un café unas cuantas mamas para organizar la macro fiesta de cumpleaños de las dos clases conjuntas, pero entre que se ha anulado piscina, que estaba lloviendo a mares cuando hemos ido a recoger a las niñas al colegio y que la mitad ni ha visto los correos electrónicos ni se habían enterado que habíamos quedado y  P. que está con un resfriado del copón bendito... pues la tarde se me ha girado un poco. Así es que el plan ha sido: recoger niñas en el cole y guardería e ir a casa. Quería hacer un bizcocho de chocolate para hacer los cakepops que nos enseñó Lucía de Baballa, ya que la tarde lluviosa prometía, pero cuando he llegado a casa tenía tanta pereza y estaba tan cansada que no me he visto con ganas de meterme en la cocina; además, se tenía que enfriar el bizcocho y luego hacer las bolitas y adornarlas. Se tendría que hacer mañana, pero como mañana es miércoles y Júlia tiene música pues casi que ya lo dejo para otro día. La gracia es hacerlo con las niñas y no yo sola. Aunque realmente, lo cómodo, es hacerlo yo sola. Cocinar con niños es muy estresante. Por lo menos, yo me estreso bastante.

Así, es que mientras me miraba el correo electrónico, les he puesto un capítulo de La Casa de Mickey Mouse y después Júlia me ha dicho que quería una peli de la Barbie. Hoy Barbie Mariposa. Y yo he aprovechado para darme una ducha y luego he planchado y la pila de ropa no ha bajado mucho, aún queda ropa por planchar.

El montón de la ropa por planchar me fascina. Por más que Jordi plancha y plancha, no baja. Bueno en realidad baja hasta desaparecer un día pero al día siguiente se ha reproducido y hay el doble o el triple que el día anterior. Impresionante. Me tiene fascinada.

Hoy es el día de mi décimo masaje brasileño. Voy a cenar alguna cosita y me voy a casa de Vera que me pegue un baldeo porque estoy super cansada hoy. Debe ser el día este que hace que los bioritmos bajen hasta el mínimo permitido. Aix, que se me echa el tiempo encima y no me va a dar tiempo de cenar nada.