Esta mañana me he levantado muerta de cansancio. Tanto marujeo ayer, hoy pago las consecuencias.
Hemos salido a la fiesta de carnaval, Júlia de abeja y Berta de pollito. Nos hemos dejado la comida en el horno porque hoy venía mi familia a comer y por fin he soplado las velas.
Una anécdota que ha explicado mi sobrino me ha encantado. Tienen unos nuevos gigantes en el cole y los tienen que bautizar. Mi sobrino a propuesto el nombre de su abuelo, mi padre y en su clase ha ganado. Me ha encantado el pequeño gran homenaje que le ha hecho a su abuelo. Y es que no me extraña que haya ganado. Los nombres ganadores han sido: Lucrecia, por la abuela de una niña y Eleuterio por el abuelo de mi sobrino. Ha pasado la primera ronda a ver que nombres salen en las otras clases, si sale elegido y finalmente bautizan al gigante con el nombre de mi padre, seguramente que allí donde esté se pondrá bien contento; aunque ya lo debe estar porque la primera ronda ya la ha superado. ¡Bravo por mi super sobrino! Y que decir de mi sobrina, ¡está guapísima! Han estado luchando los tres, Júlia con sus primos han hecho una buena guerra de cojines. Berta se fue a dormir la siesta estaba destrozada, entre congestionada y cansada la criaturita no ha dado para más.
Me han regalado un jersei muy chulo para la nueva temporada, azul marino. Por lo visto la moda que viene es marinera, azul marino, rojo, blanco, rayas...
He soplado las velas y por fin puedo colgar la foto.
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