LA CARAVANA DE "EL DIARIO"

El día de hoy no ha tenido desperdicio. Hacía mucho tiempo que no me reía tanto. Y las niñas se lo han pasado cañón. Tengo que decir también que me he estresado bastante pero ha valido la pena, por supuesto.

El plan de hoy después de trabajar era recoger a las niñas e ir a casa de C. donde le esperaba la Caravana de El diario, un programa de tarde de Antena 3 televisión.

Alguien tenía un mensaje para ella y era toda una incógnita. Los del equipo no han soltado prenda. Ella se lo podía imaginar. Se ha resistido bastante, porque después de tres días que se han pasado los de producción llamándola y ella diciendo que lo sentía mucho pero que no quería ninguna suscripción a ningún diario ni revista, al final a accedido a escuchar el mensaje.

Lo que tienen estas cosas es que son muy espectaculares. Llegan a tu casa con la súper caravana, rotulada bien llamativa y los vecinos no se pierden ni una. Por un momento se ha liado una buena. Tenían que grabar una toma a C. saliendo de su casa y claro, no podía salir nadie más que ella y en ese justo momento todos los vecinos tenían que salir de casa. Una un poco histérica, todo el rato diciendo a un chico de producción que por favor no saliera su coche, que era de empresa, que estaba rotulado y que la empresa era de Madrid y no se podía enterar nadie que estaba en Barcelona. Y digo yo, ¿no lo iban a notar en el kilometraje? Porque de Madrid a Barcelona hay unos pocos. Además si salía de donde estábamos resguardados, la habrían grabado y se hubiese enterado media España y parte del extranjero.

Hasta que le han dicho que su coche no salía porque estaba pegado a la caravana y que la cámara enfocaba hacia abajo no se ha callado. Que paciencia Juanma de producción. Un chico encantador.

Estaba de canguro de B y C y yo estaba con Júlia, Berta y Vinyet, una amiguita de B y C.

Después cuando han grabado esta toma de C. saliendo de casa, nos hemos ido hacia la montaña a un parking de un restaurante, donde se ha podido aparcar bien la caravana, la furgoneta y no estaba muy transitado de gente.

Hemos subido allí y mientras han preparado la caravana, el mensaje y se han puesto a grabar que ha durado unos 45 minutos la grabación, yo me he quedado en el coche con B y C, Júlia, Berta y terremoto Vinyet. En cuestión de menos de un minuto casi me desmontan el coche. Coche lleno de niñas, yo estresadita perdida y un momento cumbre de estrés Júlia tiene caca. No hay ningún sitio para hacer caca. Le digo que nos ponemos delante del coche en una especie de jardincito, pero el jardincito está lleno de zarzas y le da miedo por si se pincha el culete. La saco al asfalto del parking hace un pis y no le sale la caca. Vale lo dejamos para más tarde. 

Juanma aparece con una bolsa llena de fruta, para entretener a las nenas y saca mandarinas. B se pone a pelarla y el jugillo y las cáscaras caen por todas partes, dentro y fuera del coche. Le digo que tire las cáscaras dentro de una bolsa de plástico que utilizábamos de bolsa de basura. Vinyet, que debe tener unos dos años y medio, se va a la bolsa y se agencia una manzana, la más grande. Júlia mandarina, que tal y como tiene el cuerpo (recordar que tenía caca) le viene divina de la muerte.

Comienzan a grabar y no se puede hacer ruido porque dentro de la caravana se oye todo, así es que súper Juanma se lleva a B y C a dar un paseo por una montañita que hay cerca y yo me quedo con Berta, Júlia y Vinyet en el parking.

C. me ha dejado al cargo de su súper móvil con pantalla táctil. Me dice que si llama alguien me aparecerán dos iconos que tengo que tocar el verde y arrastrarlo.

Al cabo de un rato, llaman y yo venga a arrastrar el dedo por la pantalla y el maldito móvil no dejaba de sonar y no he tenido narices a descolgar para contestar. Yo no sé para qué tanta tecnología, con lo fácil que es una tecla normal y corriente. Era N. la mama de Vinyet para ver en que lugar del mundo nos encontrábamos. Y en ese mismo momento, Júlia otra vez que tiene caca.

Al cabo de mucho rato por fin ha acabado la grabación y han salido de la caravana. Por fin se ha desvelado el misterio. Era su hermana pequeña tratando de recuperar a su familia.

¿Qué situación debe llevar a una persona a ir a un programa de televisión con lo fácil que es descolgar un teléfono y llamar? (O no. Si es de pantalla táctil, entiendo que haya recurrido a la tele). En fin, sólo ella lo sabrá.

Pero ahora queda lo mejor. Ahora hay que ir a Madrid, a plató. Si C. no va, perderá completamente el nexo de unión con su hermana. No le dan ni un dato de donde está porque si no eso no crea audiencia. María la entrevistadora, por cierto, una chica monísima y simpatiquísima le ha dicho que debería ir a Madrid, el próximo jueves 24 y de paso me ha dicho a mi que la acompañe. Mi primera pregunta ha sido si pagan el viaje, claro está y si es en el puente aéreo y dice que es en el Ave. Pagan todos los gastos a la persona en cuestión y a un acompañante. C. dice que si quiero ir con ella a Madrid al programa de El diario. Puede estar divertido como experiencia: coger el Ave, que no lo he cogido nunca y sobre todo por pasar una tarde con C., solas ella y yo sin niñas, como cuando éramos adolescentes.

Pero pensar el pollo que se genera con las dos nenas, es complicado. El tema es salir el jueves al mediodía y volver por la noche. Ir a Madrid en una tarde y volver por la noche puede ser agotador. Así es que estoy con este dilema. De todas formas, el programa es el próximo jueves 24 no me lo pierdo ni loca.

Cuando ha acabado la grabación, hemos subido a la caravana y nos hemos hecho unas fotos con el equipo.

Que trabajo tan duro y poco agradecido que tienen.

Pasan horas y horas de esperas, hacen la grabación y se van de vuelta a Madrid, un montón de kilómetros a sus espaldas otra vez. Pero hay que pararse a pensar, esos reporteros que pasan horas y horas esperando a que el famoso de turno aparezca y cuando por fin aparece, el famosillo en cuestión, les insulta, no les contesta o hasta incluso les pega o les rompe la cámara. Ellos simplemente están haciendo su trabajo lo mejor que pueden o les dejan. Ellos son unos mandados. Desde aquí todo mi apoyo y mi solidaridad con los reporteros que están haciendo la calle.

Y desde aquí también, para mis "Payos Rangers de la tele" un beso muy grande a todo el equipo con los que hemos compartido la tarde de hoy. Nos lo hemos pasado en grande, sobre todo las niñas. Y gracias por dejarnos montar en la súper caravana.

Después de toda la aventura televisiva, hemos vuelto a casa de C. hemos hecho bañetes a todas las nenas, cena y para casa; hemos salido de allí a las tantas, sobre las 22:15 h y menos mal que ya venían en pijama porque se han quedado roques en el coche y las he subido sola, como he podido, a las nenas y a las trescientas bolsas y mochilas que llevaba encima 

Ha sido subir a casa, meterlas en la cama y ... hoy pan comido. Estaban agotadas.