martes, febrero 23, 2010

El fiestón

21:22 por fin me siento un momento. ¡Que tarde! Niños y niñas como locos, gritando, corriendo arriba y abajo. Menos mal que ha hecho buen tiempo y hemos podido salir a la terraza que tienen espacio de sobras para correr, jugar a futbol, hacer la comida en la casita...

Merienda: bocatas de nocilla y batidos de fresa o zumo de piña. Cuando han acabado de jugar, los he bajado a la terraza porque ya me estaban a punto de desmontarme la casa.

Menos mal que ha venido Eulàlia, la madre de Roger i Arnau. Gaël terremoto total. No para. No mira por donde va. No atiende a lo que le dices; luego es un trozo de pan, pero es terremoto total.

Se subía al tejado de la casita para tocar el gallo, se subía al arenero en forma de tortuga y le hundía el caparazón, ha empezado a tirar una piedra que tomó prestada de la maceta contra la escalera de metal que hacía un ruido enorme, con el peligro de que le podía dar a algun niño... después no sé que ha hecho que se ha caído encima de Roger y se ha hecho daño en el ojo. Ya tenemos una baja. Al final nada, le he puesto agua fría y le he dado un abrazo y un beso que todo lo cura...

He tenido una brillante idea: jugaremos al pañuelo. Yo pensando que sería la madre más guay del mundo... que inocente.

Cojo un pañuelo enorme, les explico como funciona el juego y hacemos dos equipos: Roger y Laia y Júlia y Gaël. Primero salen a correr las chicas y para desgracia de la Júlia, Laia ha cogido el pañuelo y ha ganado. Ya tenemos a la Julieta enfurruñada en la otra punta de la terraza diciendo que no quiere jugar y que quiere jugar sola y llorando porque ha perdido. ¿Entonces por que ha venido este batallón de niños, si no que para jugar? Repetimos el juego para que lo hagan una vez los niños y pasamos a otra cosa. Empezamos a bajar cazuelas, platos, frutas y verduras, vasos, tenedores y cucharas y les he puesto un bol con pasta de sopa para que hagan la comida. Roger ha sido el cocinero y las chicas han puesto el super pañuelo de mantel en la mesa y han estado comiendo todo lo que Roger cocinaba. La Berta se ha puesto morada de pasta de sopa cruda... pero se lo ha pasado pipa.

Cuando se han ido Roger, Arnau i Laia a las 18:50 más o menos les he puesto la peli de la Campanilla a ver si se estaban un poco relajados, pero no sé que ha sido peor, si el remedio o la enfermedad. Roger, Arnau i Laia se van llorando porque se quieren quedar a ver la peli y les he prometido que la semana que viene haremos una tarde de peli y palomitas y se han ido más contentos. Pero eso será cuando tengamos la tele arreglada.

Y es que tenemos la tele estropeada. Se ve estupenda, pero de repente hace un ruido enorme del volumen; entonces le das un golpe y el ruido se para. Pero es que ya lleva muchos días haciendo este ruido y un dia por otro no llamo al técnico.

Pues hoy, la tele, todo el rato hacía ruido (pero muy fuerte) y por más golpes que le daba no se arreglaba. Los niños con los oídos tapados. Gaël dando viajes de la habitación de jugar al sofá, sacando juguetes, uno detrás de otro. Júlia con morros porque quería que Gaël viera la peli de la Campanilla, a pesar del ruido que hacía y no se oía nada. La Berta super cansada porque ya era bastante tarde 19:30 haciendo de las suyas: ha cogido la taza del café que se tomó Eulalia y estaba chupando la cuchara y rebañando el café del fondo de la taza, después Gaël me pidió agua, le doy el agua y lo deja en la mesa cuando no quiere más. Bien, al cabo de mucho rato viene Berta y noto que tiene la ropa bastante mojada y me pregunto como se había mojado. Camino a la habitación de jugar, donde estaban Júlia y Gaël subidos en los cajones de la estantería para coger cosas donde no llegaban, veo por el rabillo del ojo, la cocina inundada de agua: mesa, suelo, silla... y entonces lo entendí todo. Berta. Ropa mojada. Vaso de agua. Brazos cortos, manos largas...

Me digo que de hoy no pasa, tengo que llamar al técnico de la tele porque hago más gimnasia cuando la veo que en toda mi vida. (Me siento en el sofa, me tapo con la manta, miro la tele, ruido, me levanto, golpe para que se vaya el ruido, me siento, me tapo con la manta, dos segundos, ruido, me levanto...).

Júlia y Gaël jugando en la habitación. Berta como un satélite alrededor mío. Cojo el Tot Sant Cugat, busco en el índice Reparaciones TV, llamo y entonces lo que siempre pasa. Basta que te pongas a hablar que es cuando te empiecen a reclamar todos; Júlia: mama, mama vui les tissores, Gaël: María José vui aixó, Berta: mamamamamama, atetetetetetete.... yo intentando hablar con el técnico:

MJ - Mire verá a veces hace un ruido muy fuerte, como del volumen...
TÉCNICO- Ya, es de tubo o plana
MJ - De tubo
T - ¿Qué marca es?
MJ- Sony... Sony no sé qué, no sé el modelo
T - ¿Cuántos años tiene?
Pienso... la compramos antes de casarnos y este año hará diez años.
MJ - Diez. Tiene diez años.
A toda esta conversación los niños reclamándome y chillando más que en toda la tarde y como la Ley de Murphy indica, la maldita tele no ha hecho ni un solo ruido desde que me he puesto a hablar con el técnico, cuando me he tirado toda la tarde a su lado haciendo guardia y dándole manotazos.
MJ - Perdone un momento...
MJ - ¡GAËL Y JÚLIA, EM VOLEU DEIXAR PARLAR AMB AQUEST SENYOR?!
MJ - ¡BERTA, UN MOMENT CARINYO QUE ARA NO PUC! VES A JUGAR UN MOMENT.
MJ - Bueno, como le iba diciendo, perdone eh, es que han venido unos amiguitos a jugar y están un poco "esverats"...
T - Tranquila, tranquila...
MJ - Pues eso que hace un ruido muy fuerte, y al principio no mucho, pero ahora ya hace demasiado, y ahora no lo hará. Espere un momento que seguro que si le doy un golpe lo hace.
Voy a la tele y le doy un golpe. No falla. Hace un ruido ensordecedor.
MJ - ¡¿ LO OYE?!
T - Sí, sí ya lo oígo...
MJ - Yo estoy por la tarde, a partir de las 17:30, pero mañana no estaré, ¿le va bien el jueves?
T - Sí perfecto.
19:45 - viene Ana la mama de Gaël. Le ofrezco un café, se toma el café mientras hablamos del album de las crónicas y me confiesa que en esas cosas ellos son un desastre, ¡porque todavía ni se lo han mirado! Nos reímos un montón con las crónicas y cuando hablan de sus cosas.
20:15 - yo nerviosa perdida porque es super tarde y cuesta que arranquen. La Júlia de morros tirada en el suelo y no quiere darles un beso. Al final se van y la Júlia sale corriendo al ascensor y le da un beso a Gaël. Y ahora queda meterla en el baño... horrores nos ha costado.
Interrumpo la escritura para darle el bibi a la Berta que no estava por la labor y con Jordi no ha querido y sale de la habitación diciendo:

J - No está por la labor, no sé que le pasa, está como una moto...
Yo sí sé lo que le pasa. Ha rebañado la taza de café solo. Además que esta tarde se ha tomado un batido de fresa; le ha robado el zumo de piña a Laia y se ha pegado un buen trago. Y después algún niño abandonó otro batido de fresa debajo de mi mesa de trabajo y la sorprendí sorbiendo con mucha afición de la cañita. Así es que no le cabía nada más en su barriguilla.
Después cuento y luralá. Hoy La hormiga y la cigarra. Se ha quedado dormida con el cuento así que el luralá ha sido cortito.



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