Y es que estas niñas son muy listas.
Sábado por la mañana. Mi oficio es poner lavadores y lavar a mano baberos y las invencibles manchas que no hay manera de sacar. Mínimo dos horas gestionando la colada.
Júlia y Berta jugando, corriendo arriba y abajo, paseándose por todo el piso con el cochecito de las princesas, hasta que Berta ya no podía más y se ha puesto a llorar porque quería cambiar de actividad: o irse a comprar con Jordi o irse a dormir. Y como estaba ya tan harta, se ha ido a la habitación y ha cogido su chaqueta se la ha dado a Jordi y se ha puesto en posición para que se la ponga y así ha presionado a su padre para que se la llevara a comprar. Hasta el sábado pasado se iba Júlia, pero el sábado pasado se la llevó a ella y ya se le ha grabado en su subconsciente: sábado, compra, me voy de paseo. Increíble. Sólo tiene 16 meses.
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